Furious

Furious. Estrella caída: Heroínas y medios de comunicación

Furious: Estrella caídaQue Víctor Santos se atreve con todo no es ningún secreto. Ya lo mostró en Polar, un thriller sin una sola línea de diálogo que tras despuntar en formato web llamó la atención de Dark Horse para publicarlo en EEUU (y Norma Editorial en España… con más de un año de retraso), y ahora con Furious, su primera incursión seria en el cómic de superhéroes.

 

Con guion de Bryan J.L. Glass, este primer volumen de Furious se presenta como una historia de orígenes. Conocemos a nuestra protagonista y hacemos el camino del héroe (en este caso de la heroína) junto a ella: desde la primera toma de contacto con sus poderes, sus primeros impulsos, y su a veces torpe escalada para convertirse en la protectora de su ciudad. En todo momento Furious (así es como bautizan los medios a la vigilante) tiene marcado como objetivo la heroína que quiere, ser pero no siempre lo consigue. Es un personaje pasional, que se deja llevar más de la cuenta por la rabia y que mantiene una profunda lucha consigo misma por culpa de un pasado que vamos descubriendo mediante varios flashbacks diseminados a lo largo de toda la narración. Es una heroína de corte realista (también físicamente, no esperéis encontrar chicas voluptuosas o un desfile de hombres ciclados), con sus dudas y temores, que se equivoca y mucho. Es, en resumen, una heroína con pies de barro.

 

Más allá de la trama superheroica (bastante ligera, muy canónica), lo que realmente interesa de Furious es, por un lado, el tratamiento que se hace de la protagonista (como acabamos de ver) y, por otro, el análisis que se hace de los medios de comunicación en el mundo actual. Sirva de ejemplo X-Statix de Milligan y Allred, en donde los protagonistas estaban más pendientes de los índices de audiencia que de salvar el día. Desde una perspectiva igual de crítica pero algo menos cínica, Furious pone sobre la mesa el debate acerca del poder de los medios (y las redes sociales) para crear un estado de opinión y la virulencia con la que buscan y ofrecen sus verdades. Las noticias (sus protagonistas) no son más que juguetes en sus manos. La prensa puede encumbrar a alguien con la misma facilidad con la que lo puede dejar caer. La fama es cara.

 

Furious

 

La serie, pues, mira al género desde un enfoque menos festivo y más realista que lo que solemos encontrar entre las propuestas de los gigantes del mercado. Algo que se agradece ya que se abre a un público mayor, no necesariamente interesado en las historias de tipas y tipos en mallas y capas.

 

Aquí Víctor Santos se explaya y se nota a gusto ilustrando las páginas. Denota mucho dinamismo con un trazo suelto que se luce en el movimiento de los personajes. Unos personajes muy expresivos, como suele ser habitual en él y la composición de las viñetas no es estática, sino que se permiten ciertos insertos, viñetas diagonales o se juega con el color para hacer una lectura lo más atractiva posible y en la que el dibujo se convierta en una herramienta narrativa imprescindible.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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