Cuando todo está perdido: Robert Redford a la deriva

Cuando todo está perdido

Cuando todo está perdido

Título Original: All is lost

Director: J.C. Chandor

Guión: J.C. Chandor

Reparto: Robert Redford

EEUU / 2013 / 106′

Productora: Before The Door Pictures / Washington Square Films / Black Bear Pictures

Cuesta creer que un hombre entrado en años decida involucrarse en una aventura mar adentro. Sin embargo, cuando el hombre es Robert Redford, la cosa cambia. Él puede llenar todos los supuestos vacíos que tiene la película de J.C. Chandor, una obra sin aditivos impetuosos, ni laboriosos efectos especiales, por mucho que se requieran en trabajos de esta índole…

Cuesta creer que un hombre entrado en años decida involucrarse en una aventura mar adentro. Sin embargo, cuando el hombre es Robert Redford, la cosa cambia. Él puede llenar todos los supuestos vacíos que tiene la película de J.C. Chandor, una obra sin aditivos impetuosos, ni laboriosos efectos especiales, por mucho que se requieran en trabajos de esta índole. El peso radica en un Redford con 77 años a sus espaldas y que acumula más arrugas en su atractivo rostro. Cierto es que el creador del Festival de Sundance tiene peso suficiente para recrear esta agobiante circunstancia y es encomiable su labor corporal. Aunque por muy alabado que haya sido su trabajo, no es la más memorable de sus actuaciones. Es carisma lo que flota en este mar, no talento.

El director se centra además en la embarcación, la otra coprotagonista, en una fotografía de calidad y una música potente que apoya al desarrollo de la acción: zarpa junto al barco desde el principio y enfatiza los momentos arduos. Casi como si fuera la narradora, porque la voz del actor se escucha en tres instantes del metraje.

Cuando todo está perdido

Ésta es una temática que al espectador no le viene de nuevas: durante los últimos meses ya se ha habituado a producciones mar adentro: la noruega Kon Tiki ofrecía la versión histórica, mientras que François Cluzet se asemeja más a Redford en En solitario, aunque en vez de lidiar con catástrofes, el galo se tope con polizones inesperados. La narrativa también recuerda a la incandescente Gravity. Bien que se forzó Alfonso Cuarón en no dejarse el punto filosófico en su historia: un personaje a la deriva luchando con las adversidades que se encuentra en un medio no precisamente asequible. Sí, Sandra Bullock era otro paradigma de la soledad buscando posibles puertas y soluciones, pero Redford, ya en el planeta Tierra, está más ajado. No se conoce los porqués de su personaje para emprender esta aventura, ni cuenta con la jocosidad de un George Clooney: el personaje de All is lost presenta más serenidad y más calma, se despoja de las parafernalias, tanto externas como internas, para hablar al espectador de lo mismo.

De todas maneras, pese a la monotonía que destila en la primera toma de contacto, ¿No es ésta una visión alegórica de la vida? ¿No habla de los momentos en los que todo se desmorona y la fuerza humana lucha para sobrevivir? Lo que personifica este hombre en pleno océano es una visión de la soledad con una personalidad férrea que aguanta todo lo que la marea le eche encima. Y conteniéndose la rabia, porque solamente se desprenderán uno o dos «Fuck!» más que comprensible. Al igual que el inmenso buque de carga que pasa a su lado, uno le puede buscar tantos significados…

Robert Redford se ha unido al club d intérpretes vistos en situaciones de supervivencia extrema, ahí están ya Tom Hanks, Ryan Reynolds, James Franco o Sandra Bullock. Pero el todavía rubio actor lo hace en silencio y con carácter, lo que lleva a expresar una angustia de medidas inconmensurables dentro de ese interminable azul.

Acerca de María Aller

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Madrileña. Comunicadora. Periodista. Sagitaria. Bonne Vivante. Cine. Y festivales, series, libros, cocina, deporte... recomiéndame!

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