Deadpool 2

Deadpool 2: Que siga la fiesta

La segunda entrega de Deadpool ha cambiado de director, Tim Miller se marchó por las socorridas diferencias creativas y David Leitch llegó para ocupar su lugar, pero el espíritu es el mismo. La clave de Deadpool 2 radica ahí, en saber qué es lo que funciona y exprimirlo al máximo.

 

Ryan Reynolds

 

Ryan Reynolds puede estar contentísimo con su juguete, ese que finalmente le ha colocado como la estrella mediática que siempre quiso ser. Con el beneplácito de FOX (que ha tenido la osadia de darle más o menos manga ancha) se ha montado una fiesta de incorrección política y humor negro a la que ha sumado a dos talentos de excepción, capaces de rivalizar con su Wade Wilson en carisma: Cable (Josh Brolin) y Domino (Zazie Beetz).

 

David Leitch, uno de los directores de John Wick y artífice de la adrenalínica Atónica, repite la fórmula que tan bien funcionó en 2016 con la primera entrega y saca músculo en las secuencias de acción, que es donde mejor sabe desenvolverse. Por lo demás, el director va sobre seguro y deja que sea el magnetismo de sus personajes y la desmedida comicidad (el guion no deja títere con cabeza, empezando por el propio Reynolds) basada en la ruptura de la cuarta pared y el juego referencial, los aspectos que lleven en volandas a la película.

 

Zazie Beetz

 

Quizás la cinta de Tim Miller fuera, en términos generales, más redonda. Los tiempos estaban mucho mejor medidos y el aspecto emocional (el desarrollo de la relación entre Wade y Vanessa [Morena Baccarin]) tenía mucha fuerza. Deadpool 2, en cambio, tiene que lidiar con un fuerte bajón de ritmo al final del primer acto. En ese momento se produce un brusco cambio de tono, intentando aportar mayor profundidad y dramatismo al arco de nuestro protagonista lo que consigue es aburrir a las ovejas. Por suerte la pájara no dura demasiado, la película reomnta el vuelo y a partir de ahí es un no parar.

 

Josh Brolin

 

Como en toda adaptación comiquera que se precie, los cambios respecto a su referente son grandes y a veces críticos. Pero el cambio de medio sienta muy bien a Domino y Cable, que compiten de tú a tú con Deadpool por llevarse la gloria. Deadpool 2, además, está plagada de guiños para el disfrute de los fans de la Patrulla-X de las viñetas. La película es muy consciente de lo que es, y va con ello hasta el final.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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