Weekend

Weekend: Mucho más que sexo homosexual

Dos años ha tardado en llegar a la cartelera española (y no será mucha su andadura comercial) una de las cintas más aclamadas durante el 2011 en el Reino Unido. Es una película con un mercado difícil, porque aquellos que lean la sinopsis no verán nada novedoso más allá del hecho de que se trate de una pareja homosexual. Habrá quienes en ello encuentren un aliciente y quienes sientan indeferencia, pero el filme ofrece mucho más que la sexualidad de la pareja protagonista.

 

Russell empieza la noche en su casa, pensando qué ponerse, una vez decidido marcha a casa de un amigo para pasar una velada tranquila rodeado de amigos entre alcohol y marihuana. Tales amigos no le entienden plenamente por lo que decide escapar con una excusa y acabar la noche en una discoteca de ambiente gay. Allí conoce a Glen y se desata un fin de semana de pasión amorosa y verdades dolorosas regado con muchas sustancias.

 

Tom Cullen / Chris New en Weekend

 

Es una de las película más crudas, innovadoras y sinceras de cuantas se han estrenado en lo que va de siglo. Sin imposturas ni disfraces, directa y eficaz nos cuenta cómo un colectivo se siente enfrentado a una sociedad que se llama a sí misma tolerante pero desconoce el significado de tal adjetivo. Sin ser propagandística, no deja escapar la oportunidad de escupir algunas realidades palpables y primitivas, lo cual no lastra el resultado pero sí el sabor de boca que deja el visionado.

 

Porque, aún cuando lo que acontece en la pantalla posee la fuerza necesaria para no ver interrumpido su rendimiento por las guerras de derechos sociales, caer una y otra vez en la irritante desigualdad y los tabúes sociales , generalizando por momentos, aparta la atención del curso principal. Nadie puede discutir, sin embargo, que los argumentos de los que vienen cargados los parlamentos son reales, válidos e inapreciables por la gran mayoría, que no para un segundo a pensar si los medios demonizan y apartan la homosexualidad para convertirla en un caso concreto, dando por sentada la dualidad con la que se normaliza la heterosexualidad como algo común.

 

Tom Cullen / Chris New en Weekend

 

Pero, dejando de una vez por todas la sexualidad de la cinta, se puede ver en Weekend una nueva voz que se alza con sobrado talento sobre todas las demás. Con una fotografía preciosa que aprovecha cada palmo de terreno que ofrece la Escocia más austera, se crea una empatía emocional de proporciones desoladoras. La soledad, el aislamiento, la vergüenza con la que se afronta el día a día es una constante visible en cada esquina y la mirada de Andrew Haigh carga de interés emocional las vidas de los protagonistas.

 

Tom Cullen, que con una experiencia corta delante de las cámaras ya puede presumir de aparecer en uno de los mejores episodios de la historia de la televisión (The Entire History Of You, de la primera temporada de Black Mirror), nos regala aquí una interpretación para mostrar a los alumnos de las escuelas de arte dramático. Tira su físico a la basura y dota al personaje de una infantilidad, de la ilusión de un niño cuando va descubriendo el mundo con la que el arco del personaje sufre una transformación que enriquece el conjunto entero de la obra. Dándole la réplica se encuentra Chris New quien representa el contrapunto perfecto, haciendo que la pareja desborde química. El problema con el que se encuentra es que su personaje, aún estando escrito con maestría, resulta cargante por sus excesivos accesos de vitalidad.

 

Un sorprendente sleeper que sin duda ninguna lanzará las carreras de sus responsables (HBO ya tiene atado a Andrew Haigh).

 

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