En un patio de París: Los achaques del bloque

En un patio de París

En un patio de París

Título Original: Dans la cour

Director: Pierre Salvadori

Guión:Pierre Salvadori, David Léotard

Reparto: Catherine Deneuve, Gustave de Kervern, Pio Marmaï, Féodor Atkine, Michèle Moretti, Nicolas Bouchaud

Francia / 2014 / 97′

Productora: Les Films Pelléas / France 2 Cinéma / Delta Cinéma

De primeras es difícil elaborar una comedia tratando males como la soledad, la vejez, la depresión o cualquier drama que padecen los seres humanos. Labor más ardua es si además hay que hacer reír. Pierre Salvadori cambia la picardía de Audrey Tautou por la solidez de otra diva francesa, Catherine Deneuve, en una historia desgraciada con trazos cómicos. Y proyecta…

De primeras es difícil elaborar una comedia tratando males como la soledad, la vejez, la depresión o cualquier drama que padecen los seres humanos. Labor más ardua es si además hay que hacer reír.

Pierre Salvadori cambia la picardía de Audrey Tautou por la solidez de otra diva francesa, Catherine Deneuve, en una historia desgraciada con trazos cómicos. Y proyecta el eje central de su historia en el patio de un inmueble, lugar en el que los personajes se destaparán y enseñarán su cara oculta, sus miedos y sus obsesiones, todo de puertas para adentro.

Atkin, Deneuve y Kervern en En un patio de París

Por eso, para solventar problemas, quizá la mejor ayuda siempre sea una externa –una evidente metáfora de la vida–. Y ese ansiado psiquiatra que salve a esa comunidad para que no se resquebraje como empieza a hacer el edificio, es el nuevo conserje, el héroe que ha entrado de chiripa a la desequilibrada finca. Ese es el personaje que sin quererlo se enfrenta a todas las patologías de cada uno de los residentes del inmueble. Él será la masilla que fijará la unión del bloque que está a punto de derrumbarse.

Siempre parco en palabras y revelando poco de vida privada, Gustave Kervern recrea al estoico Antoine, un músico acabado y sin inquietudes que desde oficina de empleo es redirigido a un puesto de portero. Su aspecto desaliñado, su dejadez ante la vida y sus adicciones le plasman como un antihéroe. Como apoyo principal tendrá a su antagónica Mathilde (Deneuve), una jubilada que busca sin cesar un motivo para estar ocupada, como ahora, con las grietas del edificio.

La puesta en escena es bastante sencilla; y es que si el guion viene bien redactado y el elenco actoral cumple con su interpretación, tampoco se requiere de más para exteriorizar el significado de tal alegoría.

Pocas cosas dan quebraderos de cabeza iguales a los que dan los vecindarios y el séptimo arte lo ha recogido en varias ocasiones la vida en comunidad: una vez abierta la veda a la privacidad, la exhibición tendrá un lado rocambolesco. Y este patio parisino será como el diván de Antoine, donde todos los residentes plasmarán sus histerias poco a poco ante el circunspecto ordenanza.

Y así, En un patio de París se sobrecarga de metáforas, y se descubre como una tragicomedia encantadora, que en momentos provoca la risa, en otros la compasión, que desgarra y enternece. Salvadori firma una elegante crónica que provoca sonrisas a base de las miserias de la vida cotidiana, con sus locuras, sus necesidades, sus vicios,… y sus grietas.

Acerca de María Aller

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Madrileña. Comunicadora. Periodista. Sagitaria. Bonne Vivante. Cine. Y festivales, series, libros, cocina, deporte... recomiéndame!

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