Robinson, una aventura tropical

Robinson, una aventura tropical: Cine familiar en septiembre

Septiembre, cuando las productoras aprovechan para desempolvar sus cajones aprovechando los últimos días del verano y el inicio de año escolar con los críos en pleno síndrome postvacacional. StudioCanal que el año pasado nos presentaba La oveja Shaun y en este momento tiene en cartelera su coproducción Heidi, junto con Illuminata Pictures y nWave pictures, nos trae una película de aventuras muy familiar que seguro los más pequeños de la casa disfrutarán.

 

Robinson, una aventura tropical

 

La animación que está a la altura de una súper producción, con momentos oscuros de desolación y otros joviales, alegres, completamente llenos de color y luz con gran fluidez en los movimientos de los personajes y en los planos de cámara, retratando paisajes, flora y fauna, dignas del trópico. Sin embargo, nada que no hayamos visto ya, del mismo modo personajes y guion son bastante planos y no proporcionan nada nuevo ni ingenioso que destaque entre las producciones del verano.

 

En esta nueva adaptación de la obra de Daniel Defoe, descubrimos que el protagonista, Robinson Crusoe tal vez olvidara algunos detalles sobre su estancia en la isla donde naufragó. Para aclarar estos detalles conoceremos al guacamayo Mak –o Tuesday como le bautiza Robinson– que nos descubrirá una versión algo diferente de la que Crusoe nos tiene acostumbrados. En esta versión el náufrago es retratado como un personaje algo torpe que necesita la ayuda de una peculiar familia de animales ya establecidos apaciblemente en la isla, a los que la presencia de Robinson les provoca cierta molestia, ya que amenaza con acabar con la tranquilidad de su pequeño paraíso. Mak, el más soñador, quiere conocer mundo y es el primero en acercase al náufrago desencadenado así la ira de sus compañeros animales cuando después del primer encuentro este queda herido. Alentados por los malvados gatos ratoneros del barco naufragado, la variopinta familia inicia un asalto contra el campamento del marinero con tal de salvar a Mak, provocando un incidente que por un lado desterrará a los gatos que vencidos –pero no derrotados– urdirán un nuevo plan y, por otro, iniciará la integración del humano en la familia compuesta por una anciana, patosa y cómica cabra llamada Scrubby, un camaleón, una equidna, un pangolín, una tapir, la desconfiada martín pescador Kiki, Mak el guacamayo y ahora un humano.

 

Para el doblaje en la versión española han incluido las voces de Carlos Latre para el guacamayo Mak, Alexandra Jiménez para Kiki la martín pescador y Joaquín Reyes en el papel de Scrubby la anciana cabra. Mientras que en la voz de los personajes de Latre y Alexadra no encontramos nada que delate a la persona que se encuentra detrás de ella, gracias a que ambos ya tienen experiencia en el doblaje profesional, la voz de Scrubby nos recuerda a Onofre, personaje de Museo Coconut creado por Reyes en el que sin duda se habrá basado para este nuevo reto, ya que aunque ya haya doblado vídeos, nunca lo hizo de forma profesional.

 

En conclusión está es una buena película para ver con los más pequeños del hogar, en la que se han dedicado recursos pero que no se llevara ningún premio ni se recordará especialmente, excepto tal vez por ese niño que con cariño y nostalgia pasados los años recordará tiempos mejores y más simples.

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