La Cara Oculta

La Cara Oculta: Los celos no son buenos consejeros

Con La Cara Oculta nos encontramos ante un thriller que le debe bastante a Hitchcock y Polanski -¿quién no?-, pero que se ha enriquecido por la mirada de un director (Andi Baiz) y una cinematografía (la colombiana) que, por joven, tiene mucho por descubrir y ofrecer. Ya de entrada es una película atípica en Colombia, por tema y premisa. Habituados a un cine más social e intimista (no hace mucho que esta era la coletilla de la industria española), el segundo largo de Baiz es una propuesta, cuanto menos, diferente.

 

Pero más allá de lo que pueda significar en la industria de un país en concreto, La Cara Oculta tiene los suficientes elementos para convertirse en un título a tener en cuenta. En este sentido sin duda uno de los más interesantes es la lectura que sobre las relaciones de pareja que encontramos bajo la apariencia y planteamiento de thriller al uso. Los celos, las infidelidades, las dudas y la confianza… temas del día a día en una relación que se nos muestran con una demoledora naturalidad y nos obliga a preguntarnos -casi inconscientemente- como reaccionaríamos nosotros en dicha situación.

 

Quim Gutiérrez

 

Este miedo a descubrir (o no) una verdad o a perder al ser querido por otra persona es lo que determina el estado emocional de los tres protagonistas a lo largo de todo el film y lo que prende la chispa que origina los acontecimientos.

 

Por otra parte, Andi Baiz estaba ante una situación difícil, ya que la película supone un gran reto técnico al desarrollarse en su mayoría en dos espacios cerrados, independientes entre sí pero que al mismo tiempo están conectados el uno al otro. Sin embargo sale muy bien parado y logra que la casa en la que tiene lugar casi todo el conflicto funcione como un personaje más, además de acrecentar la sensación de aislamiento de los protagonistas en un entorno que se encuentra bastante alejado de la ciudad de Bogotá.

 

La Cara Oculta está narrada de tal forma que cada uno de los actos está narrado desde la perspectiva de uno de los protagonistas. Así, mientras que uno lleva el peso de la acción, los otros dos están en un segundo plano. Y está contada de tal forma que en ningún momento se desvelan cosas antes de tiempo, evitando de este modo que podamos predecir como va a transcurrir la trama.

 

Martina García

 

Como thriller en sí, funciona bastante bien y, aunque no nos descubra nada nuevo, se permite incluso relajar la tensión de ciertos momentos con algunos comentarios jocosos que son de agradecer. Quizás el mayor problema de La Cara Oculta sea la dirección de actores. Si a nivel técnico el director colombiano se desenvuelve con soltura a la hora de enfrentarse a los intérpretes se le nota un poco perdido.

 

El talento de Martina García (Rabia, Biutiful) es de sobra contrastado y Quim Gutiérrez está ante su primer thriller, pero tiene a sus espaldas un gran bagaje dramático que le viene muy bien al personaje. Y Clara Lago, la que en principio tiene el papel más complicado, es la mejor parada. En muchos momentos le falta frescura a los diálogos, son muy mecánicos y pueden resultar poco creíbles.

 

Pero en definitiva Andi Baiz supera con nota esta primera incursión en el mercado español con una propuesta que con un poco de suerte tendrá largo recorrido. Solo una recomendación, absteneos de ver el tráiler.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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