Batman #23-24: Ecos del Pasado

Batman Annual #2
El segundo anual del Batman del NuDC y la conclusión del arco de los Capuchas Rojas se dan cita en la colección de ECC.

Batman #24«¿Cómo podía Arkham olvidar a una de los suyos?«

Ya está aquí el segundo anual de Batman en el Nuevo Universo DC. Si en el especial del año pasado (publicado por ECC en el número #10 de la colección) se nos contó la historia de Victor Fries (Mr. Freeze) como una manera extensa de justificar su presencia en La Noche de los Búhos, en esta ocasión no iba a ser de otra forma y Scott Snyder vuelve a tirar de esta publicación para apoyar a la saga que se está desarrollando actualmente en la serie principal del personaje, que no es otra que la de Origen y (más concretamente) el enfrentamiento entre un Bruce Wayne recién regresado a Gotham y la terrorífica banda de los Capuchas Rojas.

Snyder explora en este anual cómo la aparición de Batman alteró la vida de los habitantes más olvidados de la ciudad gótica. Los pacientes del Asilo Arkham comenzaron a ver cómo la institución, otrora una isla de tranquilidad a la que huir de sus atormentadas vidas, se iba convirtiendo paulatinamente en una suerte de prisión para lunáticos incurables y, lo que es peor, en ocasiones con super-poderes. Para ello, el guionista se vale de dos personajes creados para la ocasión: un celador en su primer día de trabajo en Arkham (que además hará las veces de narrador e inductor a la reflexión en esta historia) y la Anacoreta, la paciente más antigua del manicomio, ingresada por propia voluntad hace tantos años que nadie recuerda el edificio sin ella.

«Yo no creo que haya nadie más allá de la cura o de la salvación«

Eric Border, el celador, representa la candidez que los gothamitas ven en los habitantes de Metrópolis y, a la vez, se nos presenta como el motor de un nuevo cambio en el Asilo, uno que busca la redención y la curación de sus reclusos. Esto, que es algo que ya hemos visto muchas veces a lo largo de los años en los cómics de DC (gracias a estas oleadas hemos podido ver las curaciones temporales de Harley Quinn, Hiedra Venenosa, El Acertijo…) parecía haberse diluido un tanto durante los últimos tiempos, con la consiguiente pérdida de importancia de la institución psiquiátrica dentro del universo del murciélago. Quién sabe si a la vuelta de la esquina nos espera la rehabilitación de alguno de los villanos clásicos de Batman.

Batman Annual #2

La función de la Anacoreta en la historia, por el contrario, es (aparte de ejercer de villano) la de mostrarnos una vez más cómo la aparición de los superhéroes ha propiciado, como si una de las Leyes de Newton se tratara, el surgimiento de villanos acordes a sus características. Aquí es donde la historia enlaza con Origen. Batman surge para poner fin a la banda de los Capuchas Rojas y de su enigmático líder, pero es precisamente la presencia del héroe la que da pie al nacimiento del Joker y son sus acciones (comoBatman o como Bruce Wayne) las que empujan al Acertijo a provocar el caos que veremos en la segunda parte de Origen: Ciudad Oscura. La Anacoreta es una perturbada, pero refleja con verosimilitud la reacción que cabría esperar en cualquiera de nosotros ante esta cadena de acontecimientos.

¡Ah! Y además Snyder aprovecha las habilidades del personaje para recordarnos lo mal que le ha ido la vida últimamente al pobre del señor Wayne. Eso es ensañarse Scott.

«Me privaste de mi redención«

El guionista se hace acompañar por Marguerite Bennett, una de sus alumnas más aventajadas en la universidad (ojalá yo hubiera tenido de profesor a alguien como Scott Snyder) que comienza a rodar en el mundo del cómic con esta colaboración y que echará a volar muy pronto, tras la finalización de Maldad Eterna. En el apartado artístico Greg Capullo se toma un descanso y su lugar lo ocupa un Wes Craig (al que muchos conoceréis por la versión de 2008-2010 de Guardianes de la Galaxia) que a mí personalmente no me termina de convencer, pero que firma un tomo correcto y sin grandes aspavientos. Mención aparte merece la portada, del siempre fabuloso Jock, que ECC ha tenido el detalle de compartir a modo de póster en la parte central del Batman #23.

Batman #24

En Batman #24 Snyder y Capullo siguen donde lo dejaron con este Caballero Oscuro en prácticas y nos regalan una auténtica galería de homenajes (como la imagen de arriba, maravillosa referencia a aquel número 27 de Detective Comics de 1939) y genialidades propias que ayudan a reconstruir y reinterpretar el mito del Hombre Murciélago para toda una nueva generación de lectores. No tiene pérdida la fabulosa escena que coreografían entre los dos en Industrias Químicas ACE y que desemboca en uno de los momentos más conocidos por los fans de este héroe, visto esta vez desde la perspectiva de un autor muy deudor del Batman de Christopher Nolan y del increíble Joker de Ledger. Este número cierra la primera de las tres partes que van a constituir el arco deOrigen (Ciudad Secreta) y se despide hasta el siguiente número con unas viñetas finales sin sonido que pasan a cámara lenta ante nuestros ojos y que dejan en nuestras retinas grabadas a fuego una siniestra sonrisa y el perfil de un ave fénix de la corrupción y la locura.

«Esto es solo el principio«

Este número también contiene lo que vendría a ser el Detective Comics #23 norteamericano. En un tono un tanto más alejado de la épica y centrado en enfrentamientos «menores» para el Caballero Oscuro, James Tynion IV (ojo, otro de los estudiantes protegidos de Snyder) prosigue con su particular guerra contra Ira, el asesino de policías. La historia, que nos deja con poco más que un par de ilustraciones de esas tan espectaculares que suele firmar Jason Fabok (¡y que próximamente se dejará ver en Arkham en Guerra y en Batman Eterno!), va acercándose a su conclusión después de no haber despertado demasiado interés en los lectores.

Más interesante resulta, por el contrario la tragedia griega que supone la historia de Manbat que llevamos viendo desarrollarse en la colección desde hace ya unos cuantos números. Las desventuras del bienintencionado Kirk Langstrom y de su «esposa» tienen el suficiente punch como para no necesitar, de momento, la intervención del alter ego de Bruce Wayne. John Layman desarrolla en las pocas páginas de que dispone toda una trama de traiciones y desamores que se ve abocada a un trágico final que, a buen seguro, no tardaremos en ver.

Acerca de RJ Prous

Avatar de RJ Prous

En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados