Batman: ¿Qué le Sucedió al Cruzado de la Capa?

Batman – ¿Qué le Sucedió al Cruzado de la Capa?: El relato definitivo

Batman: ¿Qué le Sucedió al Cruzado de la Capa?«Cielo, si me reformara nunca me prestarías atención«

 

Batman es mi héroe preferido. Queda bastante claro por la cantidad de colecciones y one-shots que reseño cada mes sobre él, pero tenía que aclararlo. Puedo leer sobre mil personajes que me encantan, puedo cantar mis alabanzas sobre Lobezno, Luffy, el Green Arrow de tal o cual autor… pero al final siempre vuelvo a Batman. El Caballero Oscuro tiene algo que el resto de héroes jamás tendrá. Representa como ninguno la capacidad para levantarse una y otra vez sin importar los golpes recibidos, aunque el sentido común aconsejara quedarse tendido en el suelo, aunque se hayan sobrepasado los límites del aguante humano. Batman es la tenacidad con la que he intentado perseguir las metas que me he impuesto durante toda mi vida. Es un ideal acerca de la capacidad del ser humano para exigirse más y más a sí mismo y para entregarse a los demás que me gusta tener siempre presente. Claro que hay héroes sin poderes como él, pero se protegen (como Iron Man) o tienen la inteligencia de atacar a distancia (Green Arrow, Ojo de Halcón). Batman no, él va de cabeza al peligro, siempre en primera línea de batalla, incluso delante del a veces pusilánime de Superman.

 

Si Batman es mi héroe favorito, Neil Gaiman es, de lejos, el escritor que más veces ha logrado llegar a lo más hondo de mi ser. A ver, admiro a muchos y variados guionistas (Frank Miller, Jeff Lemire, Naoki Urasawa, Alan Moore por supuesto…), pero Gaiman tiene algo que invoca a la vez a mi yo nostálgico y al crío que llevo dentro y que se sentía alejado del resto de chavales del patio del colegio. Sus historias calman mi sed de fantasía y me aportan la dosis de truculencia que lo más oscuro de mí le pide al lado luminoso para poder subsistir. Sin embargo ocurre una cosa, ¿Batman y Neil Gaiman? Me asustaba un poco esa combinación. es decir, ya había visto al Caballero Oscuro de refilón en la colección de Sandman, pero siempre he asociado al guionista con personajes algo más… etéreos y no sabía qué podía salir de una última gran historia sobre el héroe salida de su chistera.

 

«Y entonces empezó a vestirse como un murciélago…«

 

Llegó entonces 2012 y ECC editó en España Leyendas del Universo DC – Neil Gaiman, un oscuro tomo en la línea de los Sandman que pusiera en las estanterías en su tiempo Planeta. Y, al tiempo que Daniel Lobato escribía su crítica sobre ese tomo, tuve ocasión de hojearlo. La historia que nos ocupa hoy, tal y como ocurre en este tomo, abría aquel recopilatorio y… No sé. No recuerdo haber respirado una sola vez desde que leí la primera viñeta y hasta que se me empañaron los ojos al final. Algo parecido a lo que me ha pasado hoy cuando he vuelto a leer ¿Qué le Sucedió al Cruzado de la Capa? de la mano de esta nueva reedición de ECC bajo su colección de Grandes Autores de Batman.

 

Batman: ¿Qué le Sucedió al Cruzado de la Capa?

Batman: ¿Qué le Sucedió al Cruzado de la Capa?

 

Dijo Gaiman en 2009, y en el prólogo de ambas ediciones de este cómic, que pretendía escribir «algo que continuara siendo su último relato 20 ó 100 años después«. Y tal cual. En serio. Pasarán los años, pasarán las décadas y esta historia permanecerá ahí, como uno de los momentos cumbre del Caballero Oscuro al final de una época y al principio de otra (la actual) que se presentaba fría e inhóspita, pero que continuaría disponiendo del defensor que me ha acompañado desde que tuve edad para aferrarme a los cómics. ¿Qué le Sucedió al Cruzado de la Capa? no es la historia definitiva sobre el fin del murciélago. No. Es EL RELATO, con mayúsculas, del Caballero Oscuro. Es su epitafio, su panegírico, pero también es su carta de presentación. La afirmación perenne de que siempre hará falta un Batman. Una persona con la capacidad suficiente como para olvidar sus heridas y sus miedos, con la fuerza necesaria para ofrecerlo todo por sus iguales. Nadie, jamás, ha logrado plasmarlo de una manera tan genial como Neil Gaiman (ni de acompañarlo de un dibujo tan exquisito como el de Andy Kubert, todo sea dicho).

 

«¿Quieres que lo leamos por encima?«

 

ECC completa el tomo con una estupenda galería de bocetos y fases del dibujo de Kubert y unas cuantas historias cortas que, tras el bofetón mental que supone la primera, han de leerse con calma y al cabo de un rato.La primera de ellas nos traslada a unas hipotéticas bambalinas tras las que se refugian unos Batman y Joker a la espera de su próxima aparición ante nuestros ojos. Se trata de una escena de extrema cotidianidad que contrasta con la oscura figura de nuestro protagonista y la grotesca estampa de su némesis, convertido aquí en un compañero de reparto con el que confraternizar entre dos peleas a puñetazo limpio. Simon Bisley (Lobo, Juez Dredd) es el encargado de ilustrar esta escena que apareció inicialmente en Batman: Blanco y Negro.

 

Batman: ¿Qué le Sucedió al Cruzado de la Capa?

Batman: ¿Qué le Sucedió al Cruzado de la Capa?

 

Le sigue a esta historia Pavana, un relato corto sobre Hiedra Venenosa que pasa sin pena ni gloria y se recrea en la idea de la femme fatale que ha ido cultivando desde siempre el personaje y cierra este maravilloso tomo (¡a quince eurillos de nada!) una historia que ya conocía de recopilatorios anteriores y que, con la excusa de un programa que pretende seguir y defender a los villanos de Gotham, defiende a capa y espada una época más sencilla y divertida en el mundo de la viñeta en contraposición al oscurantismo que se inició con el Caballero Oscuro de Frank Miller y que ha seguido presente hasta nuestros días.

 

Magnífico volumen el que nos trae ECC, que se podría haber limitado a reeditar su trabajo de 2012 y, en lugar de ello, nos trae un volumen nuevo y repleto de sorpresas. Aunque quizás lo más importante es que vuelve a poner de actualidad la que considero como una de las mejores (si no la mejor) historias que se hayan escrito jamás sobre el Cruzado de la Capa. Porque aunque Batman haya caído… ¡Larga vida a Batman!

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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