El Hijo de Superman

El Hijo de Superman: Malas decisiones

El Hijo de SupermanEscrita por Howard Chaykin y David Tischman y dibujada por J.H. Williams III, la historia que nos ocupa, El Hijo de Superman, fue publicada en 1999 bajo el sello «Otros Mundos», un paraguas en el que cabían todo tipo de relatos fuera de la continuidad tradicional del universo DC y que abordaban hipotéticos futuros (como el del presente tomo), relatos alternativos y aventuras extraordinarias, todos con un mismo punto en común: la libertad de enfoque.

 

Así, El Hijo de Superman nos traslada a unos EEUU 15 años en el futuro en donde Superman está muerto. Tiene un hijo que desconoce quién era su padre, la Liga de la Justicia son los títeres del gobierno y de Lex Luthor y Lois Lane es rubia y guionista de cine. A partir de estas bases, esta novela gráfica explora las causas que envuelven el misterio de la muerte del Hombre de Acero, sus consecuencias y cómo cambia la vida de Jon Kent al descubrir sus orígenes y sus poderes. En esencia, se trata de una historia de iniciación y descubrimiento, como otras tantas obras que se centran en los primeros pasos en la vida superheroica de sus personajes; pero con el valor añadido que supone ser «el hijo de…», con lo que el protagonista sabe de lo que es capaz, centrando sus posibles conflictos en qué uso dar a su don y cómo enfrentarse al legado de su progenitor.

 

Pero poco de eso vemos aquí. Chaykin y Tischman ocupan todos sus esfuerzos en presentar una sociedad tecnológicamente muy avanzada, frívola y terriblemente influenciada por la implacable crítica de la que hacía gala Frank Miller en El Regreso del Caballero Oscuro. Desde la concepción de los superhéroes como peleles al servicio de las clases dirigentes a la utilización de los medios de comunicación como interlocutores del devenir del mundo y de las preocupaciones de la gente respecto a las actividades superheroicas. Y lo que en la lectura de la obra de Frank Miller nos sacudía y abría el abanico de posibilidades para el noveno arte, aquí no es más que una imitación. Una pobre imitación porque no ha sabido absorber aquella historia y rescatar sus puntos de interés, quedándose en la superficie.

 

El ejemplo más evidente de esta afirmación está en el tratamiento que reciben las parodias de Batman y Lois Lane. En El Regreso del Caballero Oscuro (y su secuela), Miller cogía a Superman, satirizaba al personaje y lo llevaba al extremo, pero en el fondo seguía siendo él. Superman no era más que un muñeco al servicio de los intereses gubernamentales, lo sabía y lo aceptaba. Se había pervertido el símbolo pero seguía estando ahí. En El Hijo de Superman Lois y Batman ya no son ellos, no son reconocibles en ningún aspecto y sus comportamientos van en contra de la esencia de los personajes. Los autores los han ridiculizado y transformado de tal forma que nos tenemos que creer que son ellos porque lo están asegurando.

 

De lo que no cabe duda es de que los autores saben donde tienen que buscar sus referencias, cogiendo un poquito de aquí y allá de aventuras como All-Star Superman.

 

El Hijo de Superman es una historia fallida, con una enorme ambición de base pero que se estrella en su desarrollo. Aún teniendo interesantes ideas como el choque entre las rígidas convicciones de Superman, incapaces de ver más allá del blanco o negro, y la forma de actuar de su hijo adolescente, más práctico que idealista; no sabe como sacarles partido. Quizás las propuestas que ponen sobre la mesa los guionistas sean demasiado amplias para resumir en solo 94 páginas, pero eso no sirve de excusa para un argumento atropellado en el que se van sucediendo escenas y comportamientos confusos.

 

Dada la premisa y el título de la obra, lo más acertado habría sido narrar una historia de corte más intimista, siendo, de hecho, en las escenas familiares o cotidianas donde más interés despierta este relato. El Hijo de Superman es un cúmulo de malas decisiones.

 

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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