«Ah, que apretón de manos más poderoso, Al«

Tras un primer número un tanto difuso y complicado de seguir Grant Morrison se junta con Chris Sprouse para el primero de los muchos números que irán explorando las diferentes realidades que componen el Multiverso DC y que ahora se encuentran amenazadas por la caída del último Monitor. Nos desplazamos en esta ocasión a Tierra 20, una realidad en la que la I Guerra Mundial aún está reciente y los héroes colaboran en la construcción de un mundo mejor cuando son atacados por sorpresa por los invasores de su realidad opuesta, la de Tierra 40.

Se nos presenta con motivo de este número un cómic de clara influencia pulp en el que no existen los grises y los héroes son 100% buenos mientras que los villanos son por completo deleznables. La batalla entre ambos bandos resulta inevitable y los resultados de la misma vendrán a sumarse a lo que iremos viendo en el resto de publicaciones de la colección. El único problema que quizás se le adivina de nuevo a esta entrega, ya lo fue en la primera, es que requiere del lector unos amplios conocimientos acerca del pasado y los héroes menores de la editorial. Vandal Savage es un viejo enemigo del bien, pero en los últimos años ha pasado a un discreto segundo plano y su salida a escena en este número puede dejar descolocado a más de uno, lo mismo pasa con sus compañeros y con algunos de los héroes de Tierra 20.

«¡No tengáis piedad con los vivos!«

Quizás la mejor lectura que se puede extraer de un número con el título tan extenso que no nos hemos atrevido a titular la reseña sea que cuando amabas realidades colisionan comienzan a aparecer las sombras entre los integrantes de la Sociedad de Superhéroes. Cuando el Poderoso Átomo se ve obligado a usar su movimiento prohibido, cuando dos hombres inmortales rompen los tabúes para derrotar definitivamente a su contrincante… algo se rompe y la fina barrera que separa el bien absoluto del absoluto mal comienza a desvanecerse.

El Multiverso: La Sociedad de Superhéroes – Los Conquistadores del Contramundo

Poco más se puede contar de un cómic magníficamente dibujado por Sprouse, pero que coge una historia ya comenzada y la abandona en un punto y seguido, quizás para volver a ella más adelante o con la esperanza de que alguien recoja a los personajes en un futuro y haga con ellos algo de mayor envergadura. Se agradece que al final de cada cómic ECC esté incluyendo un explicativo mapa del Multiverso junto con las portadas alternativas diseñadas para cada ocasión, pero si queréis entrar en más detalles os recomiendo que visitéis la página que DC ha diseñado con motivo del evento, donde un mapa interactivo os servirá para conocer un poco mejor lo que os depara cada realidad del rico Multiverso DC.