ECC ha apostado fuerte con Garth Ennis. Hasta ahora, dentro de la línea de Grandes Autores de Vértigo, la editorial ha ido sacando recopilatorios de gente como Frank Quitely o Brian Azzarello. Tomos en unas ediciones en cartoné bastante vistosas, pero siempre aglutinando varios relatos de extensión más o menos variable. En el caso de Ennis, sin embargo, han tenido a bien presentar una única aventura: El soldado desconocido.

El tomo, estéticamente siguiendo la línea que marca la colección Grandes autores de Vertigo, incluye el relato original, una introducción del editor Axel Alonso de 1998, las pertinentes biografías de Ennis y Kilian Plunkett (su dibujante en esta ocasión) y unas páginas con bocetos de personajes desarrollados por este último. Una edición, pues, muy interesante de 112 páginas que se ve encarecida (13.5€) por el formato.

En esta obra Garth Ennis recupera al Soldado Desconocido, un personaje de la etapa clásica de DC Comics creado por Robert Kanigher y Joe Kubert allá por el año 1966 y lo actualiza a unos tiempos en los que el autor ya era un tótem del medio gracias a su trabajo en Predicador junto al dibujante Steve Dillon.

El tono con el que Ennis aborda la historia dista por completo de los orígenes del personaje, yéndose a terrenos más oscuros y violentos, a un thriller policial de cierto cariz realista que toma la búsqueda de este soldado desconocido aparecido en varias misiones pero del que no se guarda documentación ninguna. Con estos elementos el guionista elabora un relato acerca de la moralidad y las consecuencias de la guerra, donde la clásica distinción de bandos entre buenos y manos desaparece por completo. El cómic aborda temas como el patriotismo, la guerra, los valores, la desvirtuación de estos… Ennis aporta una mirada crítica al entorno belicista y la sociedad contemporánea. Lejos de los focos de obras como Punisher o Predicador, El Soldado Desconocido se presenta como un relato a reivindicar del guionista irlandés.

Colaborando mano a mano con el guionista tenemos a Kilian Plunkett, con un dibujo “sucio” que capta muy bien el tono duro que quiere implantar Ennis a su creación y le aporta una potente personalidad.