«¿No quería yo matarte?«

Antes de Harley Quinn y su maquillaje corrido hubo muchas otras formaciones para el Escuadrón Suicida y en casi todas ellas destacó el papel de Rick Flag, el gran líder que Amanda Waller volverá a reclutar con motivo del Renacimiento de DC y que merecía ser traído al presente no ya sólo por la película, sino para darlo a conocer a los nuevos lectores que han comenzado a leer la colección con el inicio del NuDC.

De entre todas las posibles épocas del Escuadrón Suicida, ECC se ha decantado por la miniserie que DC publicó entre 2007 y 2008 de la mano de John Ostrander y como una especie de homenaje a la larga y aclamada etapa que este guionista había protagonizado en el pasado. Eran los tiempos de Jaque Mate y hubo que hacer algo de encaje de bolillos para que la serie se acomodase en aquella continuidad en decadencia, pero la serie (y su legión de fans incondicionales) lo merecían y ahora su publicación tiene todo el sentido como termómetro que mida la temperatura ante una posible reedición de etapas más clásicas de la serie.

«Nadie entiende las operaciones clandestinas mejor que ella«

Quizá la mayor complicación que uno se encuentra al leer este tomo es la de que a la historia le faltan pedazos. esto es así porque por aquella época el personaje de Waller estaba muy solicitado y era muy complicado, si no imposible, poner al lector al día de los quehaceres de este formidable personaje. Porque Amanda no merece otro calificativo. En un mundo lleno de hombres a prueba de balas y mujeres capaces de viajar entre las sombras, una mujer de mediana edad, oronda y negra (todo un hándicap en una cárcel repleta de racistas y supremacistas) es la que parte la pana y hace que todo funcione como debería. Amanda Waller, para los que vengáis de Marvel, sería una suerte de Nick Furia sin ataduras morales y con muchísima más mala leche, dispuesta a ensuciarse las manos en todo momento siempre que eso beneficie a sus planes, pero con un intrincado sentido del honor que sólo hemos visto aflorar en contadas ocasiones.

Escuadrón Suicida: Desde las Cenizas

Pero la miniserie no se llamó Suicide Squad: Raise the Flag en Norteamérica por nada. El juego de palabras entre ‘alzar la bandera’ y el apellido del líder de campo del equipo indicaba la gran importancia de este personaje para Ostrander, que lo traía del mundo de los muertos para convertirlo en el peón que todas las partes querían poseer para hacerse con el control del Escuadrón Suicida. Flag, como vimos en la película de David Ayer y también tenemos ocasión de contemplar aquí, se trata del perfecto soldado, pero que con el paso de las misiones se va dando cuenta de que sólo con juego limpio no llegará muy lejos en esta vida. Es un hombre de palabra que le resulta muy útil a Waller, pero también es su debilidad por ser ‘el único con posibilidades de salvarse’, refiriéndonos a su alma, aún sin corromper del todo por el crimen y la locura.

«Hacedlo bien o no volvéis a casa«

El tercer personaje que saldría reforzado de esta breve serie sería Deadshot. El mercenario siempre ha sido el que mantiene la sangre fría hasta en las situaciones más comprometidas, pero Ostrander y quienes le han seguido le han añadido a este pistolero una gota de humor y otra de respeto hacia los suyos que han hecho de él el líder que ha sido a lo largo de las diferentes etapas que ha tenido la colección desde 2011. Aquí es protagonista de alguno de los momentos más molones de la historia y lo cierto es que imágenes como la que podéis ver un poco más arriba son de las que crean afición.

Escuadrón Suicida: Desde las Cenizas

Javier Pina, Jesús Saiz y Robin Riggs se van relevando como dibujantes de una serie que apenas llegó a los ocho números, pero que dejó clara la necesidad de una nueva encarnación del grupo en cuanto los engranajes de Flashpoint dejaran de girar. El resto, como quien dice, es historia: la presencia de la Fuerza X ha venido siendo cada vez más constante y la idea de Warner de trasladarla a la gran pantalla ha sido a la vez una recompensa para los fans y un modo de reconocer la importancia de un concepto que otras editoriales no han sido capaces de replicar jamás. Será verdad eso de que DC tiene en nómina a los mejores villanos.