Flash: Momento Crucial

Flash – Momento Crucial: El otro Flashpoint

Flash: Momento Crucial«Despacio. Esa ha sido buena, Barry«

 

Corría la primera mitad del año 2012. En La Noche Americana aún no nos habíamos lanzado de lleno al mundo del cómic, pero a mí ya me habían picado en repetidas ocasiones las historias en este formato y, no hacía mucho, había oído hablar de una que había puesto todo el universo DC patas arriba proponiendo versiones alternativas de la mayor parte de los héroes de la editorial (en concreto, no podía ser de otra forma, me atraía el hecho de un Batman encarnado por Thomas Wayne): Se trataba de Flashpoint.

 

En medio de mi (por aquel entonces) profundo desconocimiento de las diversas líneas argumentales de DC y mi hambre por leer algo nuevo y distinto llegué a la historia que nos ocupa hoy y que ECC publica bajo el adaptado título de Flash: Momento Crucial, pero que en Norteamérica se comercializó bajo el nombre de Flashpoint casi una década antes (en 1999 más concretamente) de que el famoso crossover llegara a las estanterías de los chavales estadounidenses.

 

Mi primera reacción fue de absoluta decepción. ¿Qué era todo aquello? Barry Allen en silla de ruedas era algo que era capaz de asimilar (y hasta me parecía un movimiento muy osado), pero… ¿en el espacio? Y ¿quién demonios era ese Vandal Savage que tenía toda la pinta de un villano clásico pero que ayudaba al héroe tetrapléjico? Es más, ¿dónde se había ido el aspecto visual que había visto tantas veces en los cómics de las tiendas especializadas? El arte de Norm Breyfogle se me antojaba anticuado, de más allá de los años setenta…

 

«Sé que el sueño no existe… y sin embargo parece tan real…«

 

Pero casi al mismo tiempo, me percaté de que no podía dejar de leerlo. Este Flashpoint no era el que yo buscaba, pero contenía una historia que me atraía poderosamente. En muy pocas páginas Pat McGreal había logrado que pasase de la decepción al interés y de éste a la admiración por un relato corto en tres tiempos magníficamente construido. Poco importaba que conociera más o menos a los protagonistas. El relato jugaba con el suspense con una naturalidad digna de elogio y me empujaba a seguir leyendo más y más hasta haberlo terminado. Y el dibujo, ése que me chocó tanto al principio, transmitía de forma brillante la tristeza y la soledad del héroe que ha perdido aquello que le define. El Barry Allen que presentaban McGreal y Breyfogle era más real que otros muchos que he leído a partir de entonces pese a no levantarse de la silla y no poder mover nada más que los ojos y la boca.

 

Flash: Momento Crucial

Flash: Momento Crucial

 

Poco tiempo después tuve ocasión de leer el Flashpoint que todos conocéis, pero este otro, más desconocido y enterrado, siempre significará para mí que no se debe juzgar ninguna historia sin antes haberla leído. Llegar a este cómic poco antes de que comenzáramos a escribir regularmente sobre ellos en esta revista fue una especie de señal para lo que sería el espíritu y la vocación de esta sección desde entonces y hasta ahora: la de convertirse en un desván de opiniones que permitan a otros futuros lectores descubrir relatos e historias que de otra manera les resultarían desconocidos y ver los cómics y las aventuras que todos conocemos desde otra perspectiva que ayude a otros tantos a ver más allá de lo que pasa en las viñetas.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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