Garra. Contra el Tribunal de los Búhos: El hombre con miedo

Garra: Contra el Tribunal de los Búhos
ECC nos presenta los primeros números de una serie nacida directamente de las páginas del Batman de Scott Snyder.

Garra: Contra el Tribunal de los Búhos«Tu trabajo al servicio del Tribunal no ha acabado«

Cuando leímos la Noche de los Búhos una de las cosas que más nos llamó la atención fue la extremada riqueza de las historias personales de las diversas Garras a las que debieron enfrentarse Batman y los suyos en su batalla por el alma de Gotham. Es por ello que cuando DC anunció sus planes de que una de estas Garras gozase de serie propia los seguidores del Caballero Oscuro comenzamos a salivar a la espera de una colección que se prometía descarnada y oscura a partes iguales.

La decepción nos llega al conocer al personaje principal. La sangre de Calvin Rose está mucho más caliente de lo que muchos esperábamos y su historia tiene más de pobre idiota que de alma atormentada con pasado tenebroso. ¿Qué pretenden Scott Snyder y James Tynion IV? A buen seguro su idea no es vender pocas copias y hundir la serie en el segundo número, así que seguimos leyendo. Leemos y nos encontramos con un extraño cruce entre Nightwing (la comparación obvia) y Elektra, una suerte de «What if…?» en el que el joven acróbata de los Grayson Voladores no era rescatado por Bruce Wayne y terminaba trabajando para la siniestra sociedad secreta que lo entrenó durante años para ser un guerrero implacable y discreto, pero que después de algún tiempo de asesinar y mutilar en nombre de un bien equivocado (y de aquí la comparación con la dama asesina marvelita) buscase la redención que otorga el olvido… sólo para volver a ser llamado por sus antiguos amos una vez más.

El interés de Garra, si habéis leído entre líneas, se asienta en el momento presente de un escapista obligado a vivir encadenado a las imposiciones de otros. Es importante saber que, desde un principio, no es Rose quien toma las decisiones en este cómic. No es él quien elige vivir en el anonimato y no es él quien decide perseguir a los supervivientes de la caza de los búhos que inició la bat-familia al final del primer arco argumental del NuDC. Calvin se ve arrastrado en esta colección a una guerra encubierta de la que, ya sea por su propia moral o por el afán de proteger a quienes quiere, no va a poder escapar en mucho tiempo.

Garra: Contra el Tribunal de los Búhos

«Huye, pequeña Garra. Huye«

La duda que surge es qué será de Garra una vez el Tribunal de los Búhos deje de representar una amenaza (el caso contrario ni me lo planteo, toda trama tiene un límite). Está claro que el protagonista vive feliz siendo un don nadie alejado de la violencia que marcó su pasado a fuego, luego resulta interesante ver con qué vuelta de tuerca nos salen los guionistas para mantener a esta Garra en posición de combate. ¿Un nuevo villano? ¿O quizá baste con el reconocimiento de sus habilidades por parte del Hombre Murciélago o por alguna de las múltiples ramas de la Liga de la Justicia? Las preguntas van más allá. ¿Qué ocurrirá si antes de llegar al punto anteriormente descrito Calvin Rose se harta de aguantar los tirones de los hilos que dan sus titiriteros? ¿Y si llega un momento en el que no le quede nada que defender o nada por lo que esconderse?

Todas estas preguntas no hacen sino desvelar el enorme potencial que late debajo de un primer tomo con un toque quizá demasiado introductorio (a Rose no hacen más que lloverle enemigos de triste historia mientras que su cruzada y su vida privada permanecen estancadas casi en el mismo punto al principio que al final del primer tomo). No queda sino darle un voto de confianza a Snyder y Tynion IV, que tan buenos momentos nos están haciendo pasar en la serie «madre» de este digno spin-off.

A los guionistas les acompaña una pareja de dibujantes de infarto formada por Guillem March y Juan José Ryp. Los españoles le dan a este cómic un aspecto realmente impresionante (dentro de sus respectivos y personales estilos), más aún con la polivalencia del primero (también se ocupa de tinta y portadas) y el estupendo trabajo con los colores del también español Tomeu Morey. Toda una reivindicación del arte patrio de cara a las viñetas.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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