Maldad Eterna #1-3: Alea jacta Lex

Maldad Eterna #1
Tras la Guerra de la Trinidad, un nuevo evento sacude los cimientos de las series de DC.

Maldad Eterna #1

«Hizo lo mismo que todo animal atacado: atacar«

Volvamos atrás en el tiempo y recordemos cómo terminó el primer enfrentamiento entre las tres Ligas de la Justicia (la oficial, la de América y la Oscura) también conocido como Guerra de la Trinidad. Pandora veía al fin su deseo concedido y su caja era abierta ante los ojos de unos héroes demasiado concentrados en luchar entre ellos como para ver lo que se les venía encima. Así, mientras Átomo se revelaba como una traidora y el virus Red prácticamente acababa con la vida de Cyborg, el Infiltrado desvelaba la verdadera naturaleza de la caja por la que habían luchado todos los héroes. Y en lugar de encontrarnos con un artefacto mágico de gran poder la calavera dorada abría un portal a Tierra 3: la versión especular de nuestra realidad en la que los héroes eran villanos y nadie lograba derribar su poder (de ahí salía el «heroico» Alexander Luthor Jr. tanto de Crisis en Tierras Infinitas como de la más reciente Crisis Infinita).

Maldad Eterna no se aleja mucho de ese momento y, en estos tres primeros números, nos presenta el ascenso imparable del Sindicato del Crimen que lidera Ultraman (versión oscura de Superman) y al que acompañan los ya presentados Atómica, Red y el Infiltrado (nada menos que el Alfred Pennyworth de Tierra 3) y Owlman (Batman), Superwoman (Wonder Woman), Power Ring (Green Lantern), Johnny Quick (Flash) y Deathstorm (Firestorm). Somos pues testigos de la destrucción de los muros de todas las prisiones de la Tierra y de la instauración de un nuevo orden mundial en el que una única ley se impone por encima de todas las demás: La Ley del Más Fuerte.

«¿Por qué reparten monedas de plata?«

Con los héroes de las tres Ligas de la Justicia derrotados y aparentemente muertos, ¿qué esperanza le queda a nuestro planeta? Un único hombre ha estado velando por la humanidad desde que aparecieron en escena los metahumanos y ahora, pese a que la posición fácil para él sería la de unirse al Sindicato, el destino de la humanidad descansa sobre los hombros de Lex Luthor. Hemos de asumir que la némesis de Superman no sería capaz ni en un millón de años de compartir la Tierra con nadie y por eso, cuando ve cómo unos advenedizos superpoderosos se hacen de la noche a la mañana con el control del sistema que con tanta elegancia él había logrado domar, no es de extrañar que decida tomar cartas en el asunto y enseñarle a los super-tipos cómo las gasta un villano de verdad.

Maldad Eterna #1

La idea de centrar la resistencia de la Tierra en la figura de Lex no es nueva, pero hacerlo sin que éste reniegue de sus principios ya es harina de otro costal. Un enorme (como siempre) Geoff Johns sigue la línea lógica establecida por el personaje para convertir su cruzada en un «os lo dije» en toda regla: Luthor siempre afirmó que la humanidad corría el riesgo de volverse demasiado dependiente del kriptoniano y ahora tiene la ocasión de demostrárselo… a todos aquellos a los que consiga salvar. Es una nueva iteración del interminable ciclo de los cómics. La llegada de Superman ocasionó que, por oposición, Lex tuviera que emplearse a fondo; pero ahora es Luthor quien extraña al verdadero Clark Kent y se vale de una burda copia suya (Bizarro hace su entrada triunfal en el Nuevo Universo DC) para disponer de una verdadera fuerza de choque contra Ultraman y los suyos.

«Dejamos de intentar solucionar nuestros problemas y, en vez de eso, mirábamos al cielo…«

Johns demuestra una vez más por qué es una pieza inamovible para la editorial en la que trabaja. Suyos son algunos de los últimos y más importantes eventos del Universo DC (52, La Guerra de la Trinidad) y nadie sabe como él hilar una historia que revitalice un universo víctima de sus propios vicios como puede serlo el de la editorial que se zarandea bajo la dirección editorial de Bob Harras (y si no me creéis echadle un ojo a cómo ha lavado la cara de Green Lantern). No sólo eso, sino que además se permite ir lanzando cebos desde el primer número de la colección de cara a futuras sagas y crossovers (¿quién es el encapuchado rehén al que Ultraman se empeña en mantener con vida? ¿Qué ha ocurrido realmente con Tierra 3?).

Maldad Eterna #3

Johns se hace acompañar por un David Finch lanzado tras el éxito de su trabajo para Batman: El Caballero Oscuro (quizá ahora os expliquéis por qué hay tantos enemigos de Batman en la reunión del Sindicato). Su trabajo para Maldad Eterna es espectacular y, aunque a veces se torna un tanto recargado y le convendría simplificar un poco sus líneas, nos regala algunas imágenes realmente impresionantes a los fans de los cómics cuando sólo han pasado tres de los siete tomos que se supone van a componer la miniserie.

«Te atará los intestinos al cuello si se lo pido«

Acompañando a esta serie, DC creó el denominado mes de los villanos en Estados Unidos. Éste consistió en breves relatos adicionales a cada cabecera del Universo DC que harían referencia a cada uno de los villanos clásicos de la editorial y que en nuestro país ECC ha editado de desigual manera. Algunas series, como Batman/Superman o Green Arrow, han incluido los orígenes de algunos de sus villanos a modo de capítulos sueltos mientras que las dos grandes se han lanzado a publicar números exclusivos que recopilan todos estos relatos y que, en ocasiones, incluso completan lo narrado en el crossover. Así, Batman contará con cuatro volúmenes que nos hablan sobre los orígenes de personajes como Killer Croc o la Ventrílocua mientras que Superman hará lo propio con villanos como Metalo o el propio Luthor.

Por otra parte, especiales como La Rebelión de los Villanos o Arkham en Guerra (así como las colecciones de Liga de la Justicia y Liga de la Justicia de América) nos ofrecerán una visión más completa de uno de los eventos más ambiciosos que se hayan gestado en DC y del que la vuelta al statu quo se va a tornar muy complicada, como mínimo. Ya lo dice el propio Ultraman: Aeternus malum.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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