«Ha dicho que se llama Alexander Luthor«
Termina una de las sagas más pesimistas y oscuras del NuDC. Maldad Eterna nos ha tenido durante los últimos siete meses como testigos de excepción de la caída del mundo de Tierra 1 en las garras del Sindicato del Crimen y de la rebelión liderada por el otrora villano Lex Luthor. En el último número, de hecho, las cosas se ponían verdaderamente interesantes cuando el Capitán Frío logró derrotar (contra todo pronóstico) a Johnny Quick y liberó al misterioso personaje que el Sindicato mantenía preso y amordazado desde el primer número de la colección. Por su parte, Luthor, Bizarro, Catwoman y Batman llegaban al rescate de Nightwing sólo para darse cuenta de que el equipo de Ultraman había convertido al antiguo pupilo de Bruce Wayne en un arma más que arrojarle a los héroes de nuestra Tierra.
Precisamente con la escena siguiente a la controvertida decisión de Lex de tomar el camino más expeditivo (lo que llamaríamos el «método del villano») es con la que arranca este número, en el que los héroes clásicos de la editorial quedan relegados a un discreto segundo plano para dejar que personajes como Black Adam, Sinestro o los anteriormente mencionados Luthor, Bizarro y Frío sean los que tomen las decisiones difíciles en pos de salvar a la humanidad, aún a costa de su alma.
«Era… mi… monstruo«
No os adelantaré por aquí cómo termina la historia, pero digamos que el escenario tras la batalla final que atisbamos en este cómic tiene una infinidad de puntos interesantes de cara al futuro inmediato de la editorial (toda vez que ésta «supere» sus actuales escarceos con las historias de tiempos pasados y posibles futuros). Muchos de ellos apuntan en una misma dirección, la que marcan las periódicas Crisis de DC, como la presentación del villano que ha expulsado a los villanos de Tierra 3 o el bebé del que está embarazada Superwoman. Más allá de este detalle, los supervivientes a la batalla final (atrapados en Tierra 1 para siempre) se enfrentan a un futuro incierto en el que tendrán mucho peso las decisiones editoriales que se tomen a partir de ahora.
Lex Luthor y Batman en Maldad Eterna #7
Pero quién más ha visto cambiar su situación a lo largo de estos siete meses ha sido el auténtico protagonista del crossover. Geoff Johns ha reivindicado a través de las páginas de esta historia la figura de Lex Luthor como hacía mucho tiempo que nadie hacía. El villano por antonomasia de Superman muestra en Maldad Eterna todo un abanico de sentimientos (buenos y malos) y sufre una transformación y una evolución que ya veremos si son permanentes (a todos nos cuesta confiar en este maquiavélico personaje), pero que por de pronto, van a servirle para entrar en la Liga de la Justicia por la puerta grande… Lo cual no deja de recordarme a cierto tipo con tendencia a pintarse la cara de verde y un odio visceral hacia los arácnidos cuando, tras disparar a la reina de una raza alienígena, dio por finalizada una Invasión Secreta e inició lo que se conocería como su propio Reinado Oscuro.
«Eres más débil de lo que nunca reconocerás«
Chascarrillos aparte, Maldad Eterna deja un panorama muy interesante en DC que, aunque lo veremos con más detenimiento en el tomo de Maldad Eterna: Cosecuencias, se ha cebado con especial inquina en personajes como Dick Grayson y que ha servido para hacer borrón y cuenta nueva en un buen puñado de series a la vez que lanza a los protagonistas de otras en direcciones de lo más sugerentes (¿será la situación vivida por Batman el aliciente final para buscarse un compañero nuevo?). En otras palabras, el crossover que ha marcado 2014 y que, al contrario que la Guerra de la Trinidad, nos deja con un final más o menos cerrado le sirve a Johns para construir un nuevo statu quo bastante más rico en matices que el anterior a todo el conflicto. Los personajes han crecido y con ellos lo ha hecho su mundo interior y el inmediatamente cercano a ellos. Los próximos meses van a ser muy interesantes en DC… o al menos en las series que miran al presente de los héroes.
Lex Luthor en Maldad Eterna #7
Existe ahora una corriente en las dos grandes editoriales norteamericanas por reivindicar el papel de los personajes secundarios y olvidados. Mientras la competencia ha tirado del denominado Marvel Now! DC Comics utiliza la historia que ahora se cierra para poner en primera línea a todos aquellos héroes y villanos que habíamos olvidado y que, por lo visto, tienen fuerza y argumentos como para pelearle a los mayores su huequecito en el panteón de los héroes del multiverso DC.