Wonder Woman

Wonder Woman #2-4 (#16-18): Verdades y mentiras

Ya ha pasado un tiempo prudencial para recuperarnos del «susto» que supuso el retorno de Greg Rucka a los mandos de Wonder Woman. Renacimiento está aquí para quedarse y llorar por los ausentes no los va a traer de vuelta. La etapa de Azzarello y Chiang fue bonita mientras duró, pero los tiempos cambian y los argumentos también.

 

Wonder Woman

 

El primer cuaderno editado por ECC recogía el especial Rebirth y los tres primeros números de la etapa actual de la amazona. Cuatro capítulos que sembraban demasiadas dudas, así que de una tacada hemos devorado los cuadernos #2-4 publicados por ECC (que recogen Wonder Woman #4-15, descartando la recopilación del primer annual, que de momento parece que quedará inédito) para resolver dudas y comprobar verdaderamente cuál es el camino elegido por Greg Rucka.

 

Estos tres cuadernos desarrollan y concluyen los dos primeros arcos argumentales de la colección (recordad que cada tomo incluye dos arcos) e inician los dos siguientes. Ya criticamos la decisión editorial de no hacer diferencias entre los arcos pares e impares, pero con el paso de los números ha quedado demostrado la conveniencia de leerlos en paralelo, por más que las distintas historias se desarrollen en tiempos distintos (la primera o impar en los inicios de la carrera superheroica de Diana y la segunda o par en el tiempo presente). Lo que sucede en la primera tiene consecuencias directas en la segunda, estableciéndose un interesante diálogo entre ambas historias, que se conectan de las formas más variadas, enriqueciendo los cliffhangers y potenciando el suspense ante según que revelaciones. ¿El problema? Que esta estructura, si no hay un plan muy medido es insostenible en el tiempo sin caer en incongruencias, contradicciones o paradojas. De momento Rucka lo está haciendo bien y el relato dual funciona.

 

Hay que destacar que la colección empieza a negar la etapa de Brian Azzarello, pero no así lo que acontecía en el entorno de Liga de la Justicia o Wonder Woman/Superman, con una inclinación bastante marcada por retornar al entorno desarrollado durante la estancia anterior de Rucka en la cabecera, con la recuperación de viejos aliados. Según se ahonde en estas intenciones o no podríamos llegar a un punto de no retorno en el que la aventura olímpica del guionista de 100 balas pudiera pasar al olvido y ser intrascendente para la cronología de la heroína, como lo es ya la Odisea de Stracynski. La independencia de los acontecimientos centrales del universo DC tiene un precio, y la intención  parece ser la de «reintegrar» a Diana en una posición preferente dentro del cosmos deceíta, por lo que sus historias tienen que poder ser permeables a la participación de otros héroes cuando la situación editorial lo requiera.

 

Donde la colección sigue con paso firme es en el apartao gráfico, con Nicola Scott y Liam Sharp haciendo un trabajo fantástico que le dan a Wonder Woman la espectacularidad que se merece.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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