Hirokazu Kore-Eda: “Para transmitir la felicidad no es necesario imágenes impactantes”

Kore Eda en su visita por San Sebastián el pasado septiembre

Kore Eda en su visita por San Sebastián el pasado septiembre

 

Nuestra hermana pequeña es el último ejemplo de la filosofía de Kore Eda: la familia, los cambios, las sorpresas que irrumpen y rompen la armonía establecida, y cómo superar esos chascos por medio de esos mismos lazos familiares. Ahora habla de unas chicas abandonadas por su padre y que acogen a una niña que desconocían. Esta vez no se ha enfocado en la vida de las cuatro hermanas, sino de la ciudad, del padre, el entorno, el tiempo en general. En San Sebastián presentó la película y ahí habló del trabajo que también pasó por Cannes.

P: Los personajes aceptan con mucha naturalidad lo que les sucede. ¿Cree que eso es algo compartido por la sociedad japonesa o lo ha hecho así personalmente?
R: Puede ser algo muy japonés pero en la película parece quelas chicas están aceptando su destino: su padre se fue de casa con una amante, y luego se va la madre. Son cosas fuertes para ellas, pero la historia aquí empieza con otro punto, lo que han sufrido ellas no se ve.

 

 

P: A la hora de rodar, a los niños siempre les ha dado bastante libertad. ¿Ha hecho lo mismo en esta película?
R: En general estaban siguiendo el guion, que cambiaba mientras rodaba. En Milagro los niños por ejemplo hacían lo que querían. Aquí no tanto. A la pequeña no le di guion, y cada vez que rodaba le decía lo que tenía que hacer o decir. Ella no ha tenido el guión en ningún momento.

P: ¿En qué se inspiró para contar esta historia?
R: Esta película está basada en un manga, y no sé qué es lo que realmente habrá inspirado a ese dibujante. Pero creo que tiene un aire muy al estilo de Ozu también.

 

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P: ¿Cree que un mensaje tan ingenuo e inocente puede ser entendido en Occidente?
R: Creo que para los japoneses puede tener esas mismas sensaciones. Igual falta también algo más de esa chispa. Pero es que aquí empieza en un momento donde todas las cosas han pasado ya. Y tienen un pasado donde les han sucedido muchas cosas. Parece que está siempre en la misma línea, pero no es así: están recuperando la normalidad en sus vidas. La pequeña nunca ha tenido esas misma sensación al desayunar tan feliz mente; es una escena normal pero para ella es una señal de felicidad. Para descubrir la felicidad de cosas diarias no hacen faltan imágenes impactantes.

P: ¿Cree también que ésta es una historia de superación?
R: Es verdad que puede serlo. La hermana mayor se acuerda de su infancia al recoger a Suzu, y tiene algo de traume a cauda de su padre. Al principio de la película, la mayor dice que una opinión de su padre que al final será otra completamente diferente. Es un cambio pequeño, pero importante.

Acerca de María Aller

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