Stockholm

Javier Pereira: «Me metí de cabeza en ‘Stockholm’, independientemente a si iba a cobrar o no a final de mes»

Ya son muchos los años que lleva en la profesión, pero pocas veces le había tocado un personaje como éste. Si a esto se suma que Stockholm es un proyecto entre amigos y subvencionado por las nuevas vías como el crowdfounding, éste es el proyecto más íntimo de Javier Pereira hasta la fecha. Aura Garrido y él se cargan solitos el peso de toda la película.

 

Javier Pereira

 

Pregunta: Como actores, estáis Aura y tú solamente. ¿Cómo ha sido la preparación?
Respuesta:
Aura Garrido y yo apenas nos conocíamos, nos habían presentado un par de veces antes, pero nos conocimos mucho durante los ensayos previos. Había que llevarla muy bien ensayada porque es una película de 90 minutos, hecha durante 12 días de rodaje, nos jugábamos mucho en cada sesión. Son escenas casi teatrales, con lo que hay que estar muy concentrado para estar en ese partido de tenis. Yo viendo la película ahora siento que somos actores que trabajamos de la misma manera, y ayuda. Parecemos uno, y eso es bonito en un trabajo como éste de dos personajes porque si no hay conexión, el espectador se evade: Teníamos que atrapar en ese viaje y lo antes posible para ganarnos al público

 

P: ¿Cómo te metes en un proyecto así?
R:
Realmente por el guion y el personaje. Me gustó muchísimo, es una película generacional en la que me gustaba participar, y es un tipo de personaje que no he interpretado mucho. Suelo hacer personalidades más amables, más simpáticas, y aquí me ofrecían a un tipo más cabrón, más mayor, un registro nuevo para mi. Me metí de cabeza, independientemente a si iba a cobrar o no a final de mes.

El equipo está formado por amigos, somos una cooperativa y nos hemos arriesgado. Y estamos más que satisfechos. La película se podrá hacer mejor o no, pero para haberla hecho tan pillados con el presupuesto, en tan pocos días y con las cosas que hemos contado, estamos muy contentos.

 

P: ¿En qué medida crees que tu personaje es representativo de la juventud?
R:
Yo creo que es difícil generalizar en cuántos hombres pueden ser así. Simplemente representa a un momento, a una generación, a un consumismo y al espíritu «lo quiero todo ya», y si el beso puede ser hoy mejor que mañana lo prefiero hoy. Son dos personalidades que luchan por ganar en su juego. Más que reflejar a los chicos o las chicas, refleja el cómo nos relacionamos hoy en día.

 

P: ¿Cuál fue tu reacción al ver la película por primera vez?
R:
Yo las primeras veces que veo una película en la que he participado, la primera vez me la dedico a mí (risas). Uno se mira su trabajo, así que me fui a revisar todo, y la segunda ya la pude disfrutar como película más desde fuera. Al fin y al cabo la primera vez uno examina lo que hecho. Yo me quedé contento. Soy exigente a la hora de hacerlo pero una vez hecho ya no intento machacarme mucho ni me autodestruyo.

 

P: ¿Cómo trabajas un personaje que es opuesto en las dos partes de la película?
R:
Pues tenía claro dos cosas: Quería empatizar con el público, aunque sabía que iba a caer mal, tenía temor a cruzar la línea de ser demasiado cabrón o no. Y luego por otro lado, el trabajar cómo es él cuando está con gente, y cómo es él cuando está solo. Siempre hace eso. En su casa es un tío muy maniático y delante de la gente es el chico más encantador del mundo; tenía esas dos vertientes y decidía cuál de los dos caminos elegir.

 

Javier Pereira

 

P: ¿En qué medida crees que es importante la implicación de los actores que tenéis cierta fama, como Aura y tú, para la supervivencia de cierto cine en España?
R:
Uf… no es fácil contestar a eso. No sé cuanta podemos tener. Al final lo hacemos porque cada uno cree en la historia y porque le apetece. La economía es un problema global del país del cine y de esta profesión, porque los hábitos están cambiando en las formas de ver cine. Para que sea rentable hay que encontrar nuevas vías. Yo no intento ver si es grande o pequeño, miro si el personaje me gusta, independientemente de que me lo ofrezca Telecinco o un desconocido. Después de todo esto es una profesión creativa y te tienes que guiar por las cosas creativas del proyecto.

 

P: ¿Cómo es Rodrigo Sorogoyen como director?
R:
Muy exigente, muy meticuloso. Parece que la película tiene altas dosis de improvisación pero no es cierto, tiene una cotidianeidad muy sobresaliente, pero es porque él lo tiene claro y es bastante meticuloso. Está pendiente, y sabe tratar a los actores que sabe por dónde llevarles y qué pedirles en cada momento. Se adapta a cada actor y eso es básico para que cada uno dé lo mejor en la película que deseas hacer.

 

P: ¿Qué es lo próximo?
R:
Tengo pendiente de estrenar otras dos películas, Anochece en la India con Juan Diego, y tengo un protagonista en una de terror que es Serie Z. Además estoy haciendo teatro también, una obra de David Mamet.

 

P: Ahora que dices que has hecho terror, ¿piensas que este género es una salida ahora en España, que volvemos a tener un auge que no se vivía desde los 70?
R:
No me gustaría elegir un género para definirlo como comercial y como el que se debería hacer. Creo que se trata más bien de hacer películas que al púbico le apetezca ver. Ya sea terror, o el que sea. Tampoco soy muy fan de este tipo de cine a muerte, pero no creo que se deba individualizar. Importa más la calidad que el género.

 

Fotos: EVA GARRIDO


Acerca de María Aller

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Madrileña. Comunicadora. Periodista. Sagitaria. Bonne Vivante. Cine. Y festivales, series, libros, cocina, deporte... recomiéndame!

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