Juho Kuosmanen

Juho Kuosmanen: «El boxeo está repleto de posibilidades para contar historias, es un deporte de contrastes»

El día más feliz en la vida de Olli Mäki (premio Un Certain Regard en el pasado Cannes) es una historia atítpica sobre un boxeador atítpico. Quizás por eso ha gustado tanto a quien la ha visto, huye de las expectativas y traza su relato a su ritmo, a su manera. Parte de esa forma de ser le viene impregnada por su propio director, un afable y cercano Juho Kuosmanen, que disfruta hablando (y mucho) de su película. Lleva dos días exprimido por la prensa, pero no lo parece. Preparado como si él mismo fuera a saltar al ring, habla con nosotros acerca de su película.

 

Olli Mäki

 

Lo primero que sorprende de la película de Juho Kuosmanen es el momento elegido para retratar a su protagonista, Olli Mäki, las semanas previas a su derrota por el campeonato del mundo del peso pluma. Pero ahí radica también una de las claves de este atípico retrato pugilístico. La decisión fue consciente, aún habiendo ganado campeonatos antes y después de aquella fecha de 1962, «esas dos o tres semanas me parecían el mejor marco para contar su historia«. «El momento elegido es el de su mejor día, él mismo ha dicho que ese fue el día más feliz de su vida. Es uno de los momentos más interesantes de su carrera porque fue una pelea excepcional y el amor de su vida surge por aquel entonces«, argumenta. «Si hubiese hecho una historia de boxeo tradicional, hubiese sido distinto; habría terminado en 1964, cuando ganó el campeonato europeo. Pero hubiese sido otra historia«.

 

Olli Mäki se salta por completo el arquetipo del boxeador en el cine, y es por eso por lo que se interesó tanto por él. «El primer guion abarcaba desde 1957 hasta el 64, pero encontramos tantas cosas tan interesantes que decidimos centrarnos en una parte muy particular. Queríamos que el foco central fuera su personalidad, y no sus logros como boxeador«. En un tono más bromista, pero no exento de verdad, añade que «si íbamos a hacer una película peculiar sobre un boxeador peculiar, había que hacer algo peculiar«.

 

Juho Kuosmanen

 

Para Kuosmanen, el boxeo resulta un deporte tan atractivo para el cine porque «es muy fácil construir el conflicto entre el bueno y el malo, el conflicto es mucho más claro y nítido que en otros deportes«. «En EEUU no es solo el boxeo, son todas las cosas que suceden alrededor del combate. El boxeador es de una clase humilde, es su manera de hacerse rico, de subir… el boxeo está repleto de posibilidades para contar buenas historias. Es un deporte de muchos contrastes«. A pesar de ello, le preguntamos por curiosidad, «no estaba especialmente interesado» en él antes de iniciar el proyecto.

 

Sobre la preparación de las escenas con los púgiles, el director comenta que rodaron muchas escenas «y tomamos la decisión de no exagerar las secuencias de entrenamientos ni las peleas, queríamos rodarlas como el resto de secuencias, siguiendo a los personajes sin sobredramatizar«.

 

Ya metidos en aspectos formales del film surge la pregunta, ¿por qué el blanco y negro? «Porque era la mejor opción. No habíamos pensado hacerla en blanco y negro, pero después de hacer algunas pruebas nos dimos cuenta de que no había otra opción. Fue un momento delicado porque la financiación ya estaba prácticamente cerrada y tuvimos que llamar a todo el mundo para comunicarles el cambio y preguntarles si aún así querían seguir trabajando con nosotros. Todo el mundo dijo que sí«. A un nivel más narrativo, Kuosmanen argumenta que la elección del color «ayuda a lograr la sensación de que estamos en 1962 sin subrayar demasiado. Teníamos libertad para mover la cámara, centrarnos en las caras… y seguimos estando ahí, en los años 60«.

 

Olli Mäki

 

Metidos de lleno en la película, el director comenta que la elección de la secuencia inicial de la película surgió durante las discusiones en la sala de montaje. Dudaban «si empezar con la primera rueda de prensa previa al combate o con algo más liviano«, pero se dieron cuenta de que si arrancaban con dicha rueda de prensa, quedaría «claro que es una película de boxeo, pero si empezamos con un tipo solitario y enamorado, vemos que se trata de una historia de amor, sentamos las bases de esa historia. Y también sabíamos que necesitábamos algo ligero al principio para sintonizar al público de la manera adecuada«. A este respecto concreta que al tratarse de un film en B/N «la gente puede pensar que es algo muy serio y enfocar la película de forma equivocada«.

 

Las dos tramas, la romántica y la pugilística, se equilibran muy bien la una a la otra, y preguntamos a Kuosmanen cómo logra dicho punto. Confiesa que fue uno de los aspectos más complicados. Por un lago «la historia sobre un boxeador que se está preparando para un combate es tan fuerte y se ha visto tanto que según escribes el guion tienes que tener prensente que no se puede hacer de otra manera, siempre estás pensando que necesitas algo intenso… y sobre la historia de amor no había drama«. ¿La solución? Al pasar el libreto a gente para que lo leyera, le decían «que aportasemos más drama, pero que fuese sobre la parte de boxeo» y sentencia que aunque «parece una película muy básica sobre boxeo, no lo es. Hay que fijarse en el tono y los detalles«.

 

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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