Natalia Tena: «Al ser sólo dos teníamos la presión constante de que si esto salía mal, sería nuestra culpa»

Natalia Tena y David Verdaguer
Natalia Tena y David Verdaguer nos cuentan los entresijos de 10.000 km, la ópera prima de Carlos Marques-Marcet.

Él es un catalán curtido en los escenarios y pequeñas producciones. Ella, hija de vasco y extremeña, reside en Londres y ya se ha paseado por blockbusters tipo Harry Potter y es partícipe de ese fenómeno forjado por la HBO llamado Juego de Tronos.

Sonrientes, enérgicos y muy simpáticos con los medios de comunicación. Se nota que la química y el «love», han estado en el ambiente mientras rodaban la película, y ha hecho que esos 10.000 kilómetros parecieran menos arduos de sobrellevar. David Verdaguer vacila a Natalia Tena llamándola Khaleesi y a ella le divierten expresiones españolas tipo «ir al grano», mientras las mezcla con otras de la lengua de Shakespeare que le cuesta traducir. Así es el feeling entre ellos, el necesario para atrapar al público con su historia de amor en la gran pantalla.

Bajo la batuta de Carlos Marques-Marcet, los actores han dado vida a esta pareja tan típica hoy en día. En su paso por Málaga, donde la producción ha salido como la clara triunfadora, hablaron sobre su experiencia.

Natalia Tena y David Verdaguer

Pregunta: ¿Qué tal ha sido esta experiencia?
David Verdaguer:
Es un topicazo, pero a nivel personal he conocido a dos personas estupendas. En lo poco que he hecho de cine no había visto un director que hiciera un trabajo tan fino con nosotros. Y mi compañera Natalia, que por cierto no eres una súper estrella, que eso no es bonito, eres una persona normal, –así se dirigía a su compañera– no, sobre todo eres maravillosa. Y artísticamente es estupendo porque yo había hecho más comedia, y esto ha sido una cosa más dramática, que lo había tocado en teatro, así que estoy muy contento.

Natalia Tena: Esto a mí me ha supuesto la prueba de que puedo hacer cosas en español, y todo el equipo hemos disfrutado muchísimo, pese a ser un drama. Todo el equipo éramos una familia. Cuando volví a Londres estuve dos semanas sin hablar con nadie, ni amigos ni novio ni gatos, deprimida todo el tiempo…

P: ¿Cómo es trabajar con Carlos Marqués-Marcet?
DV:
Ay Carlos, como es… (ríe). Es un tipo muy peculiar; hubo una escena que no ha salido, en la cual yo regaba una planta y hablaba con ella, una cosa muy surrealista, sí… Y Carlos me decía «imagínate que la planta tiene ojos«, y ahí, según él, cambié y fue una interpretación maravillosa.

NT: Sí, dice cosas muy raras… (ríe). Pero tenía mucha confianza en todo el mundo y deja que hagan su trabajo, sabe delegar muy bien. Es además una persona muy emocional, ¿Te acuerdas David improvisando la última escena? no podía ni verla de la emoción…

DV: Estábamos nosotros grabando el último polvo, y de repente yo me giro, y veo que estábamos solos simulando que follábamos. Carlos se había ido porque decía que era un dolor muy grande, que nos perdonara, pero que lo veía muy bien. Y es que estuvimos dos semanas de ensayo, probando cosas y en la película nos dejó mucho fluir. Tenía muy claro cuando una cosa le interesaba y otra no. Hicimos muchas tomas y también dejaba espacio para la improvisación.

NT: Sí, mucho fun time. Nos reímos muchísimo.

P: Normalmente, en otras historias de amor, las parejas no llegan a tener una relación tan estrecha y fuerte como la que tenéis vosotros aquí. Como actores ¿Cómo ha sido, el intimar tanto con vuestros personajes?
DV:
Bueno, sí que es cierto que es nuestro trabajo, y yo con Natalia tuve mucha química. Quizá suene raro que yo lo diga: haciéndola no era tan consciente, pero viéndola ves el amor.

NT: ¡Desde luego! Yo cuando la vi pensé, «mi novio no va a poder ver esta película«. Se ve nuestro amor y es muy muy intenso.

DV: Y no es tanto por las escenas de sexo; eso es lo fácil, porque es una coreografía, pero los silencios, las miradas, las rutinas… Realmente cuando yo lo vi pensé «joder, ¡Es que esta gente se quiere mucho!«.

David Verdaguer y Natalia Tena en 10.000 km

P: ¿Qué tienen de vosotros estos personajes?
DV:
Sergi tiene de mí bastantes cosas; soy bastante romanticón y comparto su sentido del humor que le salva la vida. Creo que no sería tan egoísta porque como mi trabajo es muy importante para mí, yo me comportaría distinto, aunque en otras cosas coincida con él. Carlos acercó mucho los personajes a nosotros.

NT: Ella emocionalmente se cierra, y yo eso lo hago mucho. A mí las emociones importantes no me salen. Cuando estoy enfadada me callo, o triste. Mi novio me tiene que sacar las cosas como a ella el suyo.

P: Vosotros que habéis hecho cine, teatro y tele, ¿Creéis que hay medios que dan prestigio?
DV:
Prestigio el teatro desde luego…

NT: Sí, en Inglaterra el teatro mucho.

DV: Lo que pasa es que yo aquí, estoy alucinando. Es que tú, Nat, es que has hecho premieres y esas cosas con Game of thrones, con tanto dragón y tanta cosa, amiga… pero vamos, yo veo que esto –el festival– es algo más grande. En el teatro los estrenos son algo muy comedido, con una copa de cava y la gente dándote una palmadita en la espalda… El cine es ya otro cantar; tiene la magnitud de que queda para siempre.

NT: Yo por las noches tenía que tomar Dormidina porque no podía pegar ojo, me volvía loca; hay otras cosas que he hecho en películas, pero son papeles secundarios dentro de una historia. Pero es que aquí éramos sólo David y yo; y si salía mal era nuestra culpa.

DV: Y de nadie más; y si sale bien, es gracias al director. La verdad es que intimida que quede para siempre. Y grabamos muchas secuencias que no salen en el trabajo final.

NT: Muchísimas, si en total eran dos horas y pico de película, y cuando mi agente lo vio me comentó que esto tenía que cortarse un poquito; entiendo que Carlos no quisiera quitar nada de su bebé, pero al final quedó en una hora y media y ha ido más to the point (Al grano).

P: Ya se ve en la película lo que suponen esos 10.000 kilómetros para Sergi y Álex, ¿para Natalia y David que suponen esos 10000 km de distancia?
NT:
Yo no podría hacer eso, qué va, ni video chat ni nada. Si a mi novio le dan algo donde sea, pues allá que me voy con él.

DV: Un año puedes aguantarlo. Pero cuando el tema se extiende, alguno tiene que bajarse los pantalones. Los personajes son egoístas los dos. Lo bonito y lo curioso vista la historia es que yo estoy más con ella y Natalia más con mi personaje.

Acerca de María Aller

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Madrileña. Comunicadora. Periodista. Sagitaria. Bonne Vivante. Cine. Y festivales, series, libros, cocina, deporte... recomiéndame!

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