Homeland

‘Homeland’: Primeras impresiones

En la gala de los Globos de Oro de este año la gran triunfadora en el apartado televisivo fue Homeland con sus dos premios (Mejor Serie y Actriz Dramáticas) que hacen justicia a una producción de lo más interesante en esta época dorada que están viviendo las series de televisión. Emitida por Showtime en Estados Unidos entre octubre y diciembre de 2011, llegará a nuestro país en Abril para emitirse los lunes en prime-time en el canal digital de la Fox.

 

Homeland significa también el retorno por la puerta grande de Damian Lewis (Life, Caballeros, Princesas y Otras Bestias) en un papel protagonista que le sienta como un guante. La ambigüedad que desprende este actor inglés le viene muy bien a un personaje como el de Nicholas Brody, de quien no sabes muy bien qué pensar en los primeros sesenta minutos que hemos podido ver por cortesía de Fox Televisión.

 

Damian Lewis en Homeland

 

Homeland, para los despistados, nos cuenta cómo el sargento Nicholas Brody es rescatado tras pasar ocho años cautivo en Irak. Brody vuelve a los Estados Unidos convertido en un héroe de guerra a ojos de todo el mundo. Sin embargo la oficial de la CIA Carrie Mathison (Claire Danes) no ve normal que se haya mantenido vivo a un soldado norteamericano durante tanto tiempo y comienza a sospechar del héroe nacional. El papel de Danes es simplemente espectacular. La agente Carrie es tan compleja y controvertida que no ha debido ser nada fácil de interpretar, razón de más para el merecidísimo Globo de Oro de la actriz.

 

Otro de los puntos fuertes de esta serie se centra en las dos caras de cada uno de los personajes (que tienen mucho que ocultarse los unos a los otros) en lo que se presume como una de las historias más complejas y apasionantes del año en televisión. Una producción con aires al Mensajero del Miedo que no debéis dejar pasar aunque, eso sí, es la típica serie en la que ver un capítulo suelto puede ser mortal.

 

Homeland

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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