Warren Ellis lidera el cambio en la cabecera Astonishing X-Men tras la partida de Joss Whedon.

Difícil tarea la de sustituir a Joss Whedon después del lavado de cara que le dio a la Patrulla-X en su Astonishig X-Men, una etapa recogida por la línea Marvel Deluxe en cuatro estupendos volúmenes. Tal empresa corre a cargo de un Warren Ellis que hace una decidida apuesta por la ciencia-ficción, llevando a Cíclope y su equipo a una remota región de China, Chaparanga, que sirve como cementerio de naves espaciales en busca de un asesino de mutantes. Pero, como es de rigor, la misión no va a ser un paseo, y la situación se complica hasta límites insospechados.

Conceptos tan «novedosos» como las incursiones de Jonathan Hickman tienen una suerte de correspondencia en las cajas fantasma que dan título al volumen que nos ocupa. Dichas cajas sirven de portales entre diferentes dimensiones que un grupo de mutantes utiliza para conquistar y colonizar Tierras paralelas en las que los efectos del famosísimo «no más mutantes» de Bruja Escarlata hayan sido funestos. Como es el caso de nuestra Tierra, con menos de 200 mutantes. Así, lo que en un primer momento se presenta como una misión de búsqueda y captura se convierte en una carrera contrarreloj por evitar una guerra.

Al llevar la acción de San Francisco a la remota Chaparanga, con un reducido reparto compuesto por Cíclope, Tormenta, Emma Frost, Armadura Bestia y Lobezno, la acción tiende a concentrarse, eliminando subtramas y profundizando en diferentes conceptos que van saliendo a relucir a lo largo de las páginas. De esta manera, Warren Ellis se ve en disposición de ofrecer una interesantísima explicación científica sobre las peculiaridades del genoma mutante, o de presentar escenarios como la ciudad flotante de Tian y detenerse en un especial arquitectura. Detalles que igual que enriquecen el relato pueden frenar el ritmo de la narración, pero esto dependerá de los ánimos con los que se entre al libro. Lo más destacado del trabajo del guionista es el fuerte componente sci-fi con el que ha impregnado a la colección, desde una perspectiva pretendidamente ciéntifica y realista, intentando dar explicaciones consistentes (y coherentes) a los diferentes retos a los que se enfrentan nuestros héroes. Algo que es fiel reflejo de las influencias de Ellis, quien no puede obviar (como todo europeo) su pertenencia a una tradición más elitista e intelectual del género.

El fantasma de Bruja Escarlata, realidades paralelas, apariciones especiales de secundarios de lujo, escenarios imposibles, épicas batallas, ácidos diálogos (que no siempre funcionan –como en el caso de Tormenta–, pero con momentos de auténtica lucidez)… lo que no se puede negar es que Cajas Fantasma sabe sacar provecho a todas las posibilidades que ofrece la franquicia mutante.

Si hay algún gran pero al libro es el color del italiano Simone Peruzzi, de tonos muy oscuros y con un abanico cromático bastante limitado, con la fatal consecuencia de empastar fondos y dibujos en bastantes ocasiones (sobre todo en los primeros números), volviendo algo confusas las viñetas compuestas por Simone Bianchi. La elección del dibujante por su parte, se presenta como algo arriesgada. Con su marcado tono europeo a priori no casaría bien con una historia de superhéroes, pero su elegante trazo, con su dedicación a los detalles, y el tono de sombría ciencia-ficción que aporta Ellis a sus guiones, hacen que tras unas primeras páginas de adaptación, el lector quede encantado con este sobrio dibujo, más cercano a la ilustración o al mercado francés que al mainstream norteamericano. Pero qué mejor lugar que la franquicia mutante para experimentar y probar nuevas combinaciones. Si la Patrulla-X siempre se ha caracterizado por lo heterogéneo de sus componentes y aventuras, ¿por qué no iba a suceder lo mismo con sus autores?

El tomo Deluxe de Astonishing X-Men: Cajas fantasma contiene Astonishing X-Men v3, #25-30, Ghost Boxes #1-2 y Sketchbook USA (una estupenda galería de bocetos, diseños e ilustraciones de Bianchi y Salvador Larroca).