«Haré explotar las tuyas en un pudin de sesos muy rico«

Hay cosas que sólo se explican por la saturación del mercado norteamericano. En un país donde se publican cada mes centenares de colecciones a la vez resulta complicado destacar lo suficiente como para mantenerse a flote. Lo logran los personajes de moda (Spider-Man, Lobezno…) y series muy puntuales que brillan durante una temporada y luego se apagan. Con este panorama, Cable y X-Force, una serie divertida y veloz, pero también humilde y sin pretensiones, ha sido engullida y digerida antes de llegar a las 20 entregas, algo similar a lo que le ocurrió recientemente a Vengadores I.A. y a lo que le ha pasado a Uncanny X-Force, nacieron con ambición pero al no brillar por encima de las demás han ido desapareciendo engullidas por el mercado.

Y eso que Cable y X-Force es una de las series más divertidas que nos ha dejado 2014. La decisión de separarse de la fabulosa epopeya de Rick Remender desde el primer número la ha beneficiado con el paso de los números al permitirla volar libre de ataduras con el pasado y presentarse como una serie de aventuras y humor que ha servido, entre otras cosas, para rescatar y lavar la cara de Cable, recuperar a la Hope que molaba tanto de su colección y del final de Los Vengadores contra la Patrulla-X y (ya que hablamos del crossover de 2012) darle algo de vidilla al apagado y tristón de Coloso.

«Bien parado, amorcito«

Me vais a permitir que empiece por él. El mutante ruso terminó su idilio con la Fuerza Fénix convertido en un hombre un poco más sabio y bastante más depresivo. Las enseñanzas por las malas de su hermana, unidas al sentimiento de culpa que lo ha atormentado casi desde que aprendió a decir Привет parecían condenarlo a una existencia de remordimientos y barbas mal afeitadas. Pero, al igual que Kitty se ha buscado la vida tras su desencuentro en los brazos de Bobby, primero, y (más o menos) en los de Star-Lord después, es precisamente una nueva clase de amor (bastante erótico-festivo) lo que saca a nuestro atolondrado amigo de su aislamiento. Dominó, además de ser una de las más fieles compañeras de Cable, consigue convertir al muti metálico en un personaje propenso al humor de golpe y porrazo, que es bastante más de lo que otros autores le han permitido en los últimos tiempos.

En cuanto a Cable y Hope, esta colección los consagra como equipo y el primer capítulo del presente volumen nos hace querer verlos más veces juntos en acción. Los poderes de la hija adoptiva de Cable son una bendición y una maldición al mismo tiempo y, usados con sabiduría, dan mucho juego en el cómic. Del hijo del futuro de Cíclope poco podemos contar: ni privado de sus poderes desciende su nivel de peligrosidad y, rodeado como ha estado de gente empeñada en sonreír y pasárselo bien, la versión seria y mutante del Capitán América no ha tenido más remedio que unirse a la fiesta y mostrarnos su lado más amable.

«¿Y cómo ha secuestrado un muerto a mi hija?«

Vendetta contiene dos historias. Una, la menor hasta cierto punto, destinada a volver a deslumbrarnos con la pareja cómica formada por Forja y el Doctor Némesis (una mezcla entre C3PO-R2D2 y los Pingüinos de Madagascar) y otra, la mayor, creada con el fin de dar un entierro digno a esta serie y, ya de paso, a Los Imposibles X-Force de Tormenta y compañía. La manera en que se van cerrando las tramas, sin embargo, deja muchísimas puertas abiertas y mientras escribo estas líneas en Norteamérica ya se han publicado algunos números de la nueva formación del grupo que tratará de arreglar el mundo y sus propios errores de forma clandestina y expeditiva.

Mientras esta nueva serie termina de despegar en EEUU y desde el otro lado del charco esperamos a ver cómo nos la trae Panini sería buena idea que le dierais una oportunidad al bueno de Dennis Hopeless, que este año ya nos ha ofrecido dos colecciones interesantísimas (la otra, Vengadores Arena, se verá continuada en breves con un spin-off que tiene muy buena pinta) y no parece cansarse de reinventar y reinterpretar a personajes que habían perdido algo de lustre para lanzarlos de nuevo a la vorágine de la Marvel actual. Hurra por las series como esta.