Después de meses recibiendo un bombardeo mediático con la guerra civil marvelita el «primer» acercamiento a la misma sabe a poco. Aunque Brian Michael Bendis es perro viejo, por lo que tampoco conviene ser excesivamente categóricos. El guionista norteamericano sabe muy bien guardarse varios ases en la manga. No podemos ser injustos con la historia, más teniendo en cuenta que solo estamos ante un número cero, pero el excesivo revuelo generado ante la saga, con película, reedición de la saga original y pseudo secuela circunscrita a las Secret Wars en un lapso de tiempo no mayor a seis meses es demasiado. Llegamos pues, saturados al nuevo evento, cuando aún ni siquiera nos ha dado tiempo a asimilar la realidad marvelita post Hickman y sus Secret Wars.

Civil War II llega terriblemente pronto y le será muy difícil quitarse de encima el tufillo a evento oportunista, cuya mayor justificación reside en las ansias editoriales por engordar las cuentas de la compañía.

Contextos a un lado, la principal losa con la que se encuentra el evento radica en la publicación de aquel especial por el Día del Cómic Gratis que también se incluye en este volumen. Si habéis tenido la suerte de vivir en una cueva y no estar al tanto de la trama de esta historia, ni os acerquéis. Leed el primer capítulo recogido en Civil War #0 y dejadlo ahí, pues dicho especial revienta a spoilers la premisa y las motivaciones de uno de los actores principales del evento. Flaco favor nos ha hecho la edición española para mantener, al menos un poquito, las posibles sorpresas. En ese mismo sentido, conviene aguantar la tentación de ojear la segunda parte del cuaderno, que recoge una ficticia edición del Daily Bugle dedicada a recoger las colecciones que estarán implicadas en el evento y a ofrecer más «pistas» de las que nos gustaría.

Así que nos centraremos únicamente en el primer episodio de la grapa, ilustrado de maravilla, como casi siempre, por Olivier Coipel. La trama se divide en tres frentes, con Capitana Marvel, Hulka y un futuro inhumano como protagonistas. Con el misterio rodeando al nuevo personaje –el capítulo se cierra con un impresionante cliffhanger en torno a él–, la atención se centra en las dos heroínas, pesos pesados de la Marvel actual, principalmente Carol Danvers gracias a su incorporación al universo cinematográfico de la compañía. Poca acción nos vamos a encontrar en estas primeras páginas, centradas sobre todo en la caracterización de sus actrices y sus motivaciones.

Bendis decide tomarse su tiempo y construye un primer número a modo de prólogo, con un carácter meramente introductorio, siendo previsible que este tempo más mesurado se alargue al menos una o dos entregas más antes de su primer gran golpe de efecto. En estas páginas el guionista se dedica a a poner sobre la mesa los principales temas de debate del evento. Unos asuntos que pueden extrapolarse a la perfección a nuestra realidad más inmediata y que van referidos al siempre ambiguo sentido de la justicia y su aplicación, y al eterno dilema seguridad/libertad.

Sin propner, a priori, un conflicto excesivamente original, Civil War II muestra las intenciones suficientes para trascender esa imagen de evento publicitario con la que nace.