«Hulk aplasta, Banner construye«

Segundo capítulo del Coloso de Jade en el aún por estrenar universo de Marvel Now. Mark Waid sigue empeñado en hacer de Banner un nuevo Leonardo Da Vinci de la era moderna y para ello dedica un capítulo entero a enfrentarlo a Tony Stark en una pelea que pronto pierde el aspecto intelectual, pero que en el rato que lo mantiene deja clavadas media docena de dagas en la espalda de su amigo y rival haciendo alusión a los caminos que siguen las investigaciones de uno y de otro y dejando muy claro que, mientras que Stark (como bien nos dice él mismo en Iron Man 3) es un mecánico con pretensiones, Banner pertenece a esa casta de visionarios capaces de cambiar el curso de la Historia en una buena tarde de laboratorio.

Los intercambios de pullas entre intelectuales no quitan para que Hulk aplaste de lo lindo a otro de sus enemigos clásicos y le brinde a Leinil Yu la oportunidad de dibujar las situaciones más bizarras y siniestras que se le ocurran. ¿Que hay que diseñar? Pues Bruce se pone la bata y hace su magia. ¿Que hay que reventar cráneos? Pues Hulk reparte diplomacia americana a mano abierta. El guión parece muy simple, pero Waid se apresura al final de este tomo a mostrarnos cuál va a ser la principal variación en la colección del gigante verde. Y esta variación puede complicar las cosas bastante.

«Perdona, ¿te estoy intimidando?«

Aún y con todo, sigue sin estar muy clara la dirección que va a tomar la colección a partir de ahora. Está claro que esto no puede ser un simple mata-mata de Hulk contra enemigos fuertotes e igual de cortitos de entendederas, pero los dos primeros números no nos han dejado ver mucho más aparte de eso y, la verdad, sería muy triste no volver a jugar con el científico con cuerpo de monstruo y el monstruo en el cuerpo del sabio.

Panini ha vuelto a completar el cómic con una surtida colección de portadas alternativas a las que acompaña esta vez un doble poster central que merece la pena planchar un poco y usarlo para adornar nuestra habitación.