«Vamos tío, no seas guarro«

En el anterior número de Guardianes de la Galaxia ya contemplamos cómo las tornas comenzaban a volverse a favor de Peter Quill y los suyos y ahora, con el #17 entre manos, asistimos al reencuentro de toda la «panda» partiendo del salvamento in extremis del propio Quill por la Capitana Marvel y hasta la recuperación del cuerpo destrozado de Groot en el lejano Rigel-8. Es, pues, este un capítulo de transición en el que Brian Michael Bendis se recrea en el humor que rodea al equipo de perdedores liderado por Starlord.

A este respecto hay que destacar la capacidad de Bendis para jugar con un núcleo duro del grupo sobre el que van pivotando una serie de personajes temporales. Primero fue Iron Man, luego Angela (que presumiblemente se irá tras este arco argumental a visitar a su familia asgardiana) y ahora les toca a Flash Thompson y Carol Danvers entrar en las rotaciones del equipo y demostrar su capacidad (o no) para integrarse en el mismo. Personalmente voy a echar de menos a Angela y su relación de cordialidad y respeto con Gamora, pero entiendo que el papel de «admirador» le toca ahora a Veneno y ello servirá para desarrollar un poco más el personaje de Drax al igual que el de Angela sirvió para suavizar, por contraste, a la hija de Thanos y de Danvers irá más en la línea de tocarle un poco las narices a la asesina más buscada de la galaxia.

«Vete al infierno, ‘papá’«

Pero estoy dejando de lado el gran evento que ocurre en las páginas de Guardianes de la Galaxia #17. J’Son de Spartax, el padre de Peter y uno de los granos en el culo más molestos de la galaxia, llevaba desde el primer número de la colección conspirando para desmantelar los Guardianes, humillar en público a su hijo y, de algún modo, recuperarlo así para que ocupase su puesto dentro de la familia real spartoi. El problema es que el líder de este equipo no es de los que se dejan avasallar por un emperador del tres al cuarto y cada nueva intentona del monarca se ha cobrado con un golpe directo sobre la credibilidad de J’Son. Ya fue hace unos cuantos números que Quill logró dirigirse al ejército de Spartax para preguntarles hasta dónde estaban dispuestos a seguir a su rey, en Guardianes de la Galaxia #16, con la credibilidad del rey tambaleándose, Peter lanzó un discurso a la sociedad spartoi cuyo verdadero calado comenzamos a ver en este número y cuyas consecuencias finales aún están por descubrirse (un consejo, no busquéis al padre de Peter en Google…)

Angela y Gamora en Guardianes de la Galaxia #17

El otro «protagonista» de este número es el desaparecido Veneno. El porqué de su retirada en las sombras al final del capítulo se irá explicando una vez concluido el cruce de Guardianes de la Galaxia con Pecado Original, ya que la próxima aventura del grupo parece que se desarrollará en el planeta del que vienen los simbiontes… O algo así parece desprenderse de las portadas que nos llegan de Norteamérica. ¿Se atreverá Bendis a añadir una nueva capa de complejidad al personaje de Flash Thompson? ¿Cómo saldrá Venom del entuerto? Aún quedan meses para saberlo.

«Yo recé al cosmos para poder vengarme«

Vale, los Guardianes no estaban ni remotamente cerca de la Tierra cuando el Orbe desveló los secretos que guardaba Uatu en sus ojos en el transcurso de Pecado Original, pero Gamora y una cuerda son argumentos de suficiente peso como para a que Peter Quill se le afloje la lengua y arroje algo de luz al fin sobre su huida del Cancerverso junto a Drax y a Thanos tras los sucesos acontecidos durante el Imperativo Thanos. En Guardianes de la Galaxia #18 las dudas comienzan a despejarse y el cuadro que Bendis nos pinta es el de un Starlord superado y consumido por el poder del cubo cósmico que, si la historia sigue los cauces que parecen haber sido marcados, se lo terminaría cediendo a Thanos a cambio de salvar su vida y la de sus compañeros.

Starlord, Nova y Thanos en el Cancerverso

O puede que no. Porque si hay una cosa que ya sabemos es que a lo largo de Infinito Thanos no sacó a pasear el dichoso cubo en ninguna ocasión (y mira que le habría facilitado el trabajo) y del anterior Nova (Richard Ryder) se sigue sin saber nada… Como siempre, tendremos que esperar. En el terreno artístico Ed McGuiness toma el relevo de Nick Bradshaw durante el cruce con Pecado Original y nos ofrece no sólo un regreso a los diseños clásicos de los personajes, sino un grado de espectacularidad en las imágenes que despunta sobre todo en splash-pages como la que precede a estas líneas y en los diseños faciales de los personajes, cuidados con mimo por parte del dibujante norteamericano.