«Yo tampoco había oído hablar de este sitio«

Seguimos, un mes más, con las andanzas por separado de la cuadrilla de Peter Quill en una historia que cada vez cobra mayor sentido y en la que por fin descubrimos que no andaban tan separados los Guardianes como se nos hizo creer en aquel tomo de Starlord y Kitty. Este mes Veneno y Groot componen la dupla que se beneficia del trabajo por equipos que ha diseñado Brian Michael Bendis para conocer mejor las interacciones entre los diferentes personajes que se reúnen en esta cabecera y tendremos a ambos guerreros encargados de desocupar otra de las secciones de la enorme prisión que nos descubre al principio de este número Gamora.

Sigue Guardianes de la Galaxia #43 una estructura muy similar a la del número anterior y eso nos sirve para, aunque todas ellas sean odiosas, establecer una sencilla comparación entre los personajes que protagonizan ambos números. Aquí, de nuevo, tenemos a uno de los «novatos» llevando la voz cantante y a uno de los recursos cómicos (porque Groot y Mapache lo son, como lo eran R2-D2 y C3PO) repartiendo tortas y aprendiendo un poco más acerca de los distintos niveles de maldad que existen en el espacio profundo. Sin embargo, pese a que Groot siga funcionando como de costumbre (y con una influencia de su versión cinematográfica cada vez mayor), en este caso el papel de su réplica no está a la altura.

«No sabes lo que me hicieron«

Ya lo dije en relación con el anterior número. Ben Grimm se ha adaptado mejor y más rápido a la dinámica de la serie de lo que lo ha hecho Flash Thompson y esto, a la larga, va a repercutir en la salida de este segundo de la serie de Bendis. Seamos honestos: Veneno mola, su contrapartida humana es noble y simpática y su nueva apariencia y poderes son la leche, pero Veneno siempre ha sido (como lo era Spiderman) un personaje solitario que funcionaba mejor a su aire que como parte de un equipo y ahora se va notando cada vez más. Basta con ver estos dos números. Mapache y la Cosa protagonizan una historia descacharrante en la que ambos están brillantes, pero en la que Grimm destaca por desmelenarse al fin y disfrutar de la vida del espacio. Veneno, en cambio, saca a relucir su sufrimiento y su oscuro pasado a las primeras de cambio y esto no es algo que funcione particularmente bien en una serie de corte tan desenfadado como ésta.

Guardianes de la Galaxia #43

La entrega de septiembre de Guardianes de la Galaxia cumple con su papel de desvelar partes de la historia que necesitábamos saber. Pero hasta ahí llega. Veo a Veneno cada vez más descolgado del grupo y las noticias que nos llegan desde Estados Unidos (con nueva serie y retorno a la villanía tras Civil War II) no son precisamente alentadoras en este aspecto. Queda por ver, entonces, bajo qué circunstancias y qué supone la salida del simbionte del grupo (¿se oye por ahí que vuelve Angela quizás?), pero lo cierto es que es una pena, dado el esfuerzo realizado en renovar a uno de los personajes más interesantes que nacieron de las páginas del trepamuros.