Este segundo capítulo de Imposibles Vengadores puede dividirse fácilmente en dos partes. La primera sigue explorando los temas que abordaba el anterior número con Lobezno y Capitán América como voces del discurso de Rick Remender. Con un Logan que sigue en plan taciturno y un Thor con ganas de implicarse en los asuntos mutantes, el guionista da pinceladas sobre el ánimo general de la comunidad superheroica en torno a la situación de los mutantes. Una situación que no podría ser más irónica, porque a pesar de tener el futuro «garantizado» parecen más vulnerables que nunca. El miedo y odio de la población humana hacia ellos se ha acrecentado hasta niveles nunca vistos, llevando a gente corriente, corrompida por el recelo a los mutantes, a cometer auténticas barbaries.

Pero siempre hay un halo de esperanza al que agarrarse y este es Havok. El hermanísimo viene a ocupar el sitio dejado por Cíclope y Charles Xavier como adalid de la causa mutante y los esfuerzos de estos por encontrar una paz que les garantice un sitio en el mundo. De esta forma Capitán América pasa a un segundo plano, dejando a Summers como futuro líder de la formación vengadora que está en construcción.

La segunda parte se centra en la comprometida situación en la que se encuentran Wanda y Pícara, así como en explicar las motivaciones del primer villano de la serie. Este es un viejo conocido de La Casa de las Ideas, víctima además de otro de los sucios trucos editoriales para «traer a la vida» a sus personajes una y otra vez. Pero con la excusa de «es el mismo pero no» se le hace pasar por novedoso. Y casi cuela. Lo más interesante de esta nueva caracterización del enemigo de los Vengadores es la correspondencia que podemos establecer entre este y los movimientos fascistoides que han ido surgiendo en Europa a colación de la crisis. Así, recuperar al villano, lejos de ser un mero capricho de Remender, nos recuerda una lección que la sociedad contemporánea parece haber olvidado, y es que la historia siempre tiende a repetirse.

Un pasado que, en clave marvelita, tiene mucha importancia en el desarrollo de las heroínas del cómic. Ambas, Bruja Escarlata y Pícara, tienen mucho más en común de lo que creen y para mostrarnos esta afirmación el presente número da vueltas en torno a sus pasados con referencias a las condiciones en que Pícara llegó a la escuela de Xavier o al omnipresente «No más mutantes» que terminado VvX siguen coleando, aunque por distintos motivos.

Imposibles Vengadores #2 sigue sentando las bases de la que se postula como una de las series más atractivas de Marvel Now.