«Tienen que enseñarle la belleza de este mundo«

Ya está. La santísima trinidad del superheroísmo marvelita ha quedado oficialmente sustituida por nuevas versiones más impetuosas y capaces que sus predecesores (bueno, quizás esto sea exagerado, pero ya me entendéis). Más aún, casi cualquiera de los Vengadores clásicos ha visto como nuevos héroes tomaban su manto en la segunda y loca década del siglo XXI. A Thor (ahora Jane Foster), Capitán América (Sam Wilson) y la que hoy presentamos como sucesora de Iron Man (Riri Williams será Iron Heart en un intento de distanciarse de su predecesor) debemos unir la presencia de Amadeus Cho como Hulk, Sam Alexander como Nova, Kamala Khan como una muy distinta Ms. Marvel… Esta corriente de cambio puede ser fortuita (desde Marvel niegan cualquier clase de plan previo), pero obedece a una necesidad de renovación apremiante en los cómics de superhéroes que no ha sido aceptada de igual forma por todo el mundo… y que la propia Casa de las Ideas finalmente ha decidido comenzar a afinar de cara a la próxima temporada.

Pero vayamos por partes: por un lado, hay algo en los cómics tradicionales que ya no casa con las nuevas generaciones de lectores. Esta nueva hornada necesita, exige, nuevos héroes con los que sentirse identificada. La idea de un multimillonario con perilla, un nórdico musculoso de rubias melenas y un arquetipo americano de ojos azules y firme convicción ya no venden los números de otras épocas y se impone un cambio de rumbo que ponga en el candelero a mujeres capaces de ponerse en primera línea de batalla sin necesidad de ir luciendo conjuntos que dejen poco a la imaginación (cada vez hay más lectoras y Jason Aaron ha demostrado de sobra que Jane Foster es tan digna de levantar el Mjolnir como el que más), o que ponga el foco sobre la riquísima diversidad racial de la primera potencia mundial, por más que le pese a algún presidente trompetero. En definitiva, unos lectores 2.0 necesitan que sus héroes estén igual de actualizados para poder comenzar a imaginárselos como la meta a alcanzar que representan.

«Ahora no me hagas la pelota«

Por el otro, sin embargo, el peso específico de los personajes icónicos de la Casa de las Ideas nunca debería haberse tomado a la ligera. Parte del pensamiento que (en mis sueños locos) le otorgo a esta humanidad 2.0 pasa por integrar lo nuevo con lo que es válido y útil de lo viejo, sin desaprovechar nada. Marvel ha recibido un tirón de orejas recientemente por aparcar a héroes tan carismáticos como Tony Stark, el Logan de toda la vida o al bravucón Odinson de buenas a primeras y es por ello que en 2018 llegará a España una nueva etapa que pasa por Legacy (legado) para detenerse en la sugerente Generations (generaciones), que, de paso, retomará la numeración tradicional de la editorial justo a tiempo para llegar al número #800 de Spider-Man. En este evento veremos a los héroes de siempre compartir páginas con sus nuevas contrapartidas con el (supuesto) objetivo de comenzar a aunar ambas tendencias, la del cambio y la que ansía volver al pasado, quedándose con lo mejor de cada una de ellas.

Invencible Iron Man #77-2

A esta locura tan compleja es a la que acaba de aterrizar Riri Williams. Brian Michael Bendis ha ido cocinando a este personaje a fuego lento a lo largo de toda la primera temporada del universo Marvel post-Secret Wars y ahora, con Tony bastante estropeado por culpa de su enfrentamiento contra la Capitana Marvel (¡maldita!) le toca el turno de brillar con luz propia. Tal y como ocurriera en la infravalorada Iron Man 3 de Shane Black, una niña con gran talento recibe el regalo de un Tony Stark en horas bajas. Pero en este caso no hablamos de una bici nueva o un taller donde hacer locuras, Tony literalmente ofrece su alma a esta aprendiza de superheroína para que pueda llevar al caballero de la dorada armadura al siguiente nivel. Los dos números que han poblado nuestras librerías en marzo y abril tienen poca lectura más aparte de la presentación definitiva del personaje (con la creación de su trasfondo trágico incluida) ante sus lectores, pero con la convivencia -de aquella manera- de lo nuevo y lo antiguo en un mismo cómic Bendis vuelve a saber leer a la perfección lo que el mercado necesita: Iron Heart no viene a reemplazar a nuestro tío Tony, viene a sacudir sus telarañas para que podamos identificarnos con él cuando finalmente regrese al mundo de los despiertos.