¿Qué quieren realmente los mutantes del futuro? Las respuestas, en la conclusión del último crossover muti.

Segundo y último bloque de publicaciones del crossover mutante que cierra la segunda temporada de Marvel Now! El mes pasado nos quedamos con Jean y Scott a un paso de regresar a su época original para alivio de los mutantes del presente y del futuro mientras que Magik, acompañada por la Bestia y el Hombre de Hielo del pasado, hacía un descubrimiento trascendental que marcaba el cambio de dirección de la mitad del evento y que nos recordaba algo que parecíamos haber olvidado: el futuro del que decían venir Xavier Jr. y compañía es el mismo que pudimos observar el Lobezno y la Patrulla-X #16 y dista mucho de ser uno catastrófico y tenebroso… Entonces, ¿qué está sucediendo?

Las respuestas las comenzamos a obtener en el número #9 de La Nueva Patrulla-X. Mientras Magik y sus compañeros se quedan boquiabiertos con los integrantes de esta nueva (y ya van… ¿cinco? en este crossover)Patrulla-X los lectores tenemos acceso a uno de esos «momentos oscuros» por los que el anciano Logan de La Llave del Futuro dijo haber tenido que pasar para alcanzar el luminoso tiempo que les había tocado vivir. Este momento, dador y ladrón de esperanza para los mutantes, nos plantea un buen puñado de preguntas nuevas que pivotan en el/los personaje/s de Dazzler/Mística (aparte de plantarnos imágenes como las de un crecidito Kid Gladiator y una tuerta ¿Maria Hill?). No sólo eso, sino que nos devuelve de golpe al homenaje que esta historia pretende rendir a la fantástica historia de Claremont y Byrne que, de fondo o en primer plano, ha marcado la dirección de la franquicia mutante desde entonces y hasta el momento presente.

Brian Michael Bendis marca con este crossover una nueva hoja de ruta para los mutantes y un nuevo Día D, del futuro esta vez (hay en todo momento un cierto juego de espejos en este homenaje), que evitar -o al menos modificar- por los protagonistas de las distintas colecciones que aparezcan desde el momento presente y durante los próximas décadas. El futuro que se presagió en Días de Futuro Pasado no ha terminado de concretarse y ahora llega el turno de establecer una nueva línea de meta para una franquicia que pocas veces había gozado del buen estado de salud que disfruta actualmente.

Si el anterior capítulo de La Batalla del Átomo vinculado a la cabecera de Brian Wood podía dar la apariencia de ser un mero trámite, el que nos ocupa ahora (que corresponde a la séptima entrega del evento) no podría tener una mayor trascendencia. Wood utiliza las 20 páginas de las que dispone para revelar las intenciones de la Patrulla-X venida del futuro y ofrecernos alguna que otra sorpresa desvelando la identidad de algunos personajes. Ya, a falta de tres capítulos para la finalización del crossover los guionistas tienen que poner toda la carne en el asador. Y, tal como sucediera en la anterior grapa de Wood, son Rachel Grey y Júbilo quienes parece que tienen más que decir en estas páginas. La primera (junto a Logan) es quien finalmente nos pone en la pista de que no es oro todo lo que reluce y nos permite aventurar el giro que experimentan los acontecimientos. Júbilo, por su parte, ya es toda una madre y está dispuesta a sacar los colmillos contra quien ponga en peligro la vida de Shogo.

Y para los más avezados, encontrarán pistas de algunos cambios que se avecinan en la formación de heroínas que protagonizan X-Men.

Tras el inicio de la verdadera Batalla del Átomo en X-Men #34, el número #20 de La Imposible Patrulla-X vuelve a llevar a los de Cíclope al Instituto Jean Grey medio año (cinco números) después de la visita que se saldó con la incorporación a la versión «oscura» de la escuela mutante de las hermanas Cuco y del joven y aterrado Ángel. En un volumen centrado en los intentos de los mutantes del presente por tomar el control de la situación, Bendis aprovecha para dar una nueva vuelta de tuerca a la situación de las versiones más jóvenes de los héroes de los homo superior y plantar el germen de una nueva etapa en la colección que protagonizan a partir de una incógnita de difícil solución que, entre otras cosas, amenaza con cambiar radicalmente nuestra concepción del pasado, el presente y el futuro dentro de las colecciones marvelitas.

Como detalle extra cabe reflexionar sobre el experimento que realizan la Bestia y la Jean Grey del futuro sobre uno de sus compañeros al final del capítulo. Conociendo a Bendis, tres minutos de paseos cerca de uno de los mutantes más poderosos del universo Marvel no quedarán impunes y algo me dice que el autor ha abierto la puerta al regreso de un personaje que se nos había prometido muerto y enterrado. Ya veremos.

Jason Aaron vuelve a ser el encargado de poner el broche final a este segundo bloque de capítulos con un enfrentamiento épico y repleto de detalles que hacen referencia a la rica historia de la franquicia (algunos más gratuitos que otros) y que, lejos de lo que muchos nos esperábamos cuando comenzó esta historia, se traduce en un interesante cambio en el escenario en el que se van a mover las distintas colecciones a lo largo de la próxima temporada. Entre Bendis y Aaron han vuelto a sacar la coctelera y a recolocar a los distintos activos mutantes (el que sale ganando es Cíclope, que incorpora a su «insti» al primer personaje no perturbado de la colección), han logrado que La Nueva Patrulla-X comience finalmente a gozar de una cierta autonomía y, por encima de todo, han conseguido volver a poner en el mismo bando a los directores de los dos institutos, algo que no veíamos desde que Cisma se cargó su buena relación.

¿Qué más decir? Un buen crossover mucho más intenso y mejor planteado de lo que nos pudo parecer en un principio y con ese permanente homenaje a la historia que hizo viajar a la Kitty Pryde de un aterrador futuro a los felices años 80. Los mutantes cumplen 50 años en nuestras estanterías y lo hacen demostrando que aún tienen mucho que contar y muchas aventuras que correr a nuestro lado.