«Tenéis derecho a quitarle las puñeteras manos de encima«

Brian Michael Bendis ha irrumpido como un vendaval en la línea mutante de Marvel. No es la primera vez que lo hace y tampoco es la primera vez que lleva a la vez dos colecciones hermanas que pueden funcionar como un yin y un yang, pero sus nuevos proyectos con La Nueva Patrulla-X y La Imposible Patrulla-X sí que son los primeros que a las claras nos pintan un cuadro luminoso (los jóvenes e inocentes mutantes del pasado) y otro lleno de claroscuros. El nuevo grupo de Cíclope formado por la mayor parte del (ejem) extinto Equipo Extinción (menos Coloso, Tormenta y Peligro) ha aterrizado como herramienta a través de la cual Bendis nos irá enseñando que no todo son amores juveniles y guiños a los cómics de los años 60 en esta etapa de Marvel Now! Con el resurgimiento de los mutantes también han proliferado sus detractores y alguien ha de ponerse a modo de barrera entre los sapiens fanáticos y los nuevos mutantes.

Para poder hacer que este proyecto sea algo más manejable Bendis ha continuado con la línea que marcó Kieron Gillen en Los Vengadores vs. La Patrulla-X: Consecuencias (recopilada en España en los números #11 y  #12 de La Imposible Patrulla-X). En ella veíamos a un Cíclope más villano, pero también menos loco. Con un par de retoques más, el autor de Cleveland se ha sacado de la chistera un nuevo Magneto, más joven y menos radical: Un icono al que cuesta muy poco seguir.

«… pero son el Gobierno de los Estados Unidos, y no les creo«

Todo muy bonito pero, ¿cómo demonios empatiza uno con el asesino de Charles Xavier? A Bendis se le ha ocurrido que la mejor idea era convertir a Scott Summers en el líder del movimiento 15-M… más o menos.

La cuestión es la siguiente: si un hombre atropella a un chaval y lo mata puede acabar en la cárcel; si el hombre conducía ebrio también, pero ¿qué ocurre si fueron otros quienes lo emborracharon y lo pusieron al volante en una calle peatonal? Cíclope sigue esta última línea de razonamiento para justificar sus actos durante el último año editorial, por un lado, y para cargar frontalmente contra Los Vengadores y cualquier otra organización que tenga el mínimo aroma a oficial y/o gubernamental. La gracia es que al hacer esto se coloca en el mismo bando que el de cientos de miles de «indignados» de todo el mundo. Cíclope y los suyos se han convertido en un equipo anti-sistema que, además, lanza rayos, para el tiempo y muchas cosas más (son bastante más efectivos que las piedras contra los antidisturbios, la verdad)

Ahí no acaba la cosa. Consciente de la importancia de las redes en la actualidad, Cíclope se deja grabar una y otra vez en esta colección por las cámaras y los móviles de decenas de testigos. Lejos quedan ya los tiempos en los que había que ocultarse y evitar la prensa a toda costa. Ahora toca hacer el papel de showman porque Summers ha descubierto la primera y gran verdad del mundo del márketing: Que siempre hablen de ti, para bien o para mal. Las consecuencias de esta manera de actuar las comenzaremos a notar a partir del número #4 de La Nueva Patrulla-X (lectura obligada de agosto, ya que continúa de forma directa al número #2 de La Imposible Patrulla-X), pero a largo plazo lo que puede dar de sí esta serie es del todo imprevisible.

«Puedo transportarnos a la Torre de los Vengadores para atascar los retretes«

Con todo, estos dos primeros tomos no son más que una simple toma de contacto con el nuevo terreno en el que se va a mover la Patrulla-X. Habremos de esperar al siguiente número de la colección para que el equipo se enfrente a su primer desafío serio y podamos averiguar hasta dónde llegan las consecuencias de la tabula rasa que ha supuesto en los personajes principales su implicación en los hechos del crossover de 2012. Estos primeros números nos presentan a cuatro mutantes de nueva hornada y preparan el terreno para futuras tramas mientras se van haciendo un hueco dentro de la extensa gama de colecciones mutantes, que también se han reproducido en esta etapa de Marvel Now!

A los lápices se ha puesto un viejo conocido de los mutis. Chris Bachalo, tras su excelente etapa en Lobezno y la Patrulla-X, se ofrece en cuerpo y alma a la nueva etapa de la Patrulla suavizando un tanto el tono tenso y serio que le ha imprimido Bendis al guión. Las portadas son de lo mejorcito que hay ahora en Marvel (minimalistas, una por personaje luciendo sus nuevos looks…) y la única pega es el poco ojo de Panini a la hora de elegir la del número #14, tan similar a la de la entrega anterior que no me he molestado en reproducirla por aquí.