El guionista marvelita aprovecha el final de la Batalla del Átomo para sacar a los estudiantes de marcha.

«Puede que acabes siendo la persona más útil del equipo«

Brian Michael Bendis aprovecha el impasse entre la Batalla del Átomo y el cada vez más cercano (y tanto tiempo esperado) enfrentamiento entre los chicos de Cíclope y los agentes de S.H.I.E.L.D. para recrearse con dos historias que sacan a los alumnos de la Escuela Charles Xavier a la calle para poner a prueba sus poderes e integrarlos en la nueva realidad que ha emergido tras los acontecimientos de Infinito. Los cómics que nos ocupan hoy despliegan los talentos del Bendis más desenfadado en un par de historias que humanizan a los alumnos de Scott Summers e integran definitivamente a Emma Frost e Illyana dentro del cuerpo docente de la escuela.

La primera de estas dos historias cortas se ocupa del hasta ahora olvidado personaje de Benjamin Deeds, un mutante con el aparente poder de metamorfosear su cuerpo para «parecerse» a la persona que más cerca tiene en cada momento. Una especie de Mística venida a menos al que el guionista trata de reivindicar en un cómic divertidísimo que nos muestra hasta dónde llegan los poderes de este joven tímido y amable y que nos marca la ruta que va a seguir próximamente la colección y que nos tendrá en vilo durante todo el verano.

El personaje de Deeds me resulta especialmente interesante al enfrentarlo a la imagen de Raven. Por un lado tenemos a una metamorfa fría y calculadora que no duda en utilizar las muchas ventajas de sus poderes (y de su capacidad para la seducción) para infiltrarse en cualquier organización en su propio beneficio. Por el otro tenemos a un joven amistoso que se declara abiertamente homosexual y que no desea otra cosa que integrarse en la escuela de mutantes que le acaba de acoger. En Deeds no hay ni un rastro de los rasgos que caracterizan a la «transformista» por antonomasia y precisamente esta ausencia es lo que Bendis pretende explorar a partir de ahora. El personaje puede revelarse como un tremendo acierto o como un fracaso absoluto, pero el experimento no deja por ello de ser menos interesante. En cuanto a la sexualidad de Deeds, resulta curioso ver como Marvel trata de normalizar el tema de la identidad y la orientación sexual cada vez más introduciendo personajes como Prodigio o las parejas de Northstar-Kyle y Wiccan-Hulkling. Hasta el momento el mejor intento a este respecto me resulta el que hace aquí Bendis, que lo limita a una nota a pie de página que no parece provocar la más mínima reacción en Emma Frost porque, ¿no debería ser así? ¿Acaso no es mejor restar importancia a la orientación sexual de cada uno en lugar de convertirla en el foco atención de los lectores?

«Llevas ese traje desde los ochenta, profesora Pryde«

Si en los cómics de Lobezno y la Patrulla-X ya vimos como Marvel «imponía» a Jason Aaron la relación de su franquicia con el evento de Infinito, en esta ocasión le toca a Bendis pasar por el aro y meter con calzador una breve referencia a Inhumano en su cabecera «escolar». Si Aaron optó por aprovechar la situación para recuperar a un personaje al que echaba de menos, el guionista de Dinastía de M patina un poco más y limita el crossover a la anodina segunda parte de un cómic muy entretenido que lleva a las féminas del instituto a una situación tan ordinaria como rara en sus peligrosas vidas.

Así, La Imposible Patrulla-X #22 comienza con un primer tiempo repleto de humor y de guiños del autor hacia los lectores (a veces estamos tan enfrascados en los múltiples dilemas de nuestros héroes que nos olvidamos de que son personas que buscan ser tan normales como tú y como yo). Esta Noche de Chicas pone de manifiesto lo dura que debe ser la vida bajo la superficie en la oculta localización de la escuela regentada por Summers y relaja bastantes enteros el ambiente de la «cúpula directiva» (ya se encargará Magneto de volver a poner a todos en guardia). El paseo de profesoras y alumnas por las boutiques de medio mundo funciona perfectamente como historia corta y mantiene un nivel muy elevado de entretenimiento para el lector. La aparición en el segundo acto de la niebla terrígena y las consecuencias de la misma sobre las mutantes puede, y casi debe, considerarse como una historia aparte que, en el fondo, apenas tiene influencia en la historia que nos pretende contar Bendis y sí que funciona, junto a lo que podemos leer en algunos otros cómics de este mes y el que viene, como preludio a la nueva colección que Panini comercializará como Inhumano.