«¿Me harás el favor de dejar de hacer daño a toda esta gente?«

Cualquiera diría que el último número de una colección tan potente como La Imposible Patrulla-X sería un cúmulo de revelaciones y acción o, como mínimo y a juzgar por la portada, la tan esperada conclusión de la relación de amor-odio que mantienen Cíclope y Emma Frost desde la conclusión de Los Vengadores contra la Patrulla-X. Sin embargo, desde la Casa de las Ideas han pensado que el mejor momento para publicar el que será el número #600 de la colección (si tomamos como referencia el primer número y nos olvidamos de renumeraciones) es… una vez terminadas las Secret Wars.

Así es, a partir de octubre La Imposible Patrulla-X desaparece (en España la cabecera albergará las miniseries Proyecto Extinción y La Era de Apocalipsis) y no será hasta el regreso al nuevo universo Marvel que podremos leer la última aventura escrita por Brian Michael Bendis… ubicada en el universo anterior…

Estos cambios en la programación han causado, entre otras cosas, que la portada y el contenido de este número no casen para nada. Porque mientras que el dibujo de Kris Anka nos lleva de vuelta a ese estupendo último número del crossover escrito por Bendis y Jason Aaron, el interior toma unos derroteros completamente distintos. Tan distintos que no vemos ni rastro de los protagonistas de la portada en las páginas interiores.

«Parece que el mundo no está listo para nosotros«

Y no es que el cómic sea malo. Bendis nos ofrece una última aventura de los chicos de Scott yendo de por libre antes de incorporarse al Instituto Jean Grey y la historia que resulta de ello es entre divertida y tierna pasando por violenta y triste. Vamos, lo que uno se espera de los mutantes. El gran protagonista es Fabio aka Bolas Doradas. El simpático nuevo mutante es uno de los que más cariño ha suscitado en el guionista y no podía dejar pasar la oportunidad de hacer de él la megaestrella en la que seguramente ningún otro escritor marvelita se va a atrever a convertirle. Porque Fabio tiene un poder tanto o más bizarro que su propio nombre de guerra, pero también es prácticamente el único de esta nueva hornada de mutantes que es feliz con su mutación y con la nueva vida que ésta le ha brindado. Es un tío gordito y amable que trabajaba en un curro sin futuro y que ahora se ve arrastrado a un mundo en el que su aspecto físico es lo de menos y en el que puede atreverse a gritar a pleno pulmón sin temer atraer miradas desaprobatorias. Es quizás el personaje más cercano a nosotros.

La Imposible Patrulla-X #40

Pero, con todo, este no es el cómic que esperábamos. Es todo un chasco lanzarse de cabeza a las Secret Wars sin haber concluido de una manera decente esta serie. La última viñeta del cómic trata de arreglar el desaguisado, pero en cuanto terminas de leer vuelves a ver la portada y a preguntarte por qué Marvel no ha podido postergar un mes más la cancelación de la colección para presentarnos un número suelto cuatro meses después y luego continuarlo con una serie completamente distinta (La Extraordinaria Patrulla-X) que probablemente no tenga nada que ver con ésta.