Las consecuencias de La Batalla del Átomo se dejan sentir sobre todo en las páginas de La Nueva Patrulla-X.

La Batalla del Átomo ha traído menos cambios a la franquicia mutante de los que se podría presuponer en un principio. El equipo original vuelve a reunirse (aunque ahora hospedándose con la imposible patrulla-x de Scott Summers y las posiciones de este y Lobezno siguen inalteradas. Quizás el movimiento más traumático lo ha sufrido Kitty Pryde. El sentimiento de abandono que siente sobre ella del profesorado del instituto Jean Grey y su fe ciega en la misión que desempeña como mentora y protectora de los jóvenes viajeros en el tiempo la ha llevado a seguirles y enrolarse en las filas de Cíclope.

De esta forma salvo ella, el resto de secundarios de la serie ha cambiado completamente. Podemos ir olvidándonos durante algún tiempo de Tormenta, Rachel Grey o los componentes adultos de la Patrulla original. Ahora es el turno de Emma Frost, Magik o Magneto. Una decisión estratégica por parte del arquitecto de la franquicia, Brian Scott Bendis, que le permite cohesionar sus dos cabeceras (ésta y La Imposible Patrulla-X), reducir de forma considerable (siempre en términos mutantes) el número de personajes a los que prestar atención, y a simplificar (si es que esto es posible en el Universo Marvel) su trabajo.

La primera parte del cuaderno está dedicada a presentar a sus personajes al nuevo entorno en el que se van a mover, permitiendo el desarrollo de divertidas escenas como ese primer encontronazo entre Celeste (una de las hermanas Cuco) y Jean Grey, las incesantes bromas de Bobby Drake o los halagos de Bestia al sistema de comunicaciones montado por Magneto. Así como a seguir desarrollando este incipiente triángulo amoroso formado por McCoy, Summers y Grey (y que promete dar algún que otro giro sorpresivo), lo que le da a la historia un sugerente tono de comedia que viene muy bien para romper con la épica y el dramatismo que venía imperando en la serie durante los últimos meses.

Es muy probable que durante las próximas entregas sigamos con un esquema similar al que se nos plantea en este doble número, con la atención pivotando entre los jóvenes mutantes y la reorganización de Pryde, que buscaba un cambio de aires para poder distanciarse y pensar con frialdad en cómo está su vida. En este sentido la conversación que mantiene con Magik es muy importante dado el pasado que han compartido juntas. Ambas han sufrido muchos golpes pero aún así siguen siendo buenas amigas, una pista que deja entrever que el desencanto de Kitty con sus antiguos compañeros no durará demasiado tiempo. Pero hasta entonces resultará muy interesante explorar esta situación de «independencia».

La segunda parte de esta grapa sigue los cánones de su serie hermana, con la Patrulla desplegada en misión en busca de nuevos mutantes y peleándose con las fuerzas locales o (como es el caso) milicias antimutantes que quieren acabar con ellos. Como no es cuestión de revelar demasiado, y menos aún teniendo en cuenta que estamos ante una de las series más destacadas de Marvel Now! nos quedaremos con la sorpresa que supone la recuperación de un personaje que llevaba tiempo alejado de la franquicia (una aparición que hace un flaco favor a otra que se está editando en formato 100% y a la que spoilea) y unos enemigos también recurrentes con larga tradición en la franquicia.

El cuaderno se complementa además con una galería formada por cinco portadas alternativas realizadas por Julian Totino Tedesco que homenajean los 50 años de cómics de La Patrulla-X.