La Nueva Patrulla-X

La Nueva Patrulla-X #51: Fin de curso

Con el final de Inhumanos Vs Patrulla-X toca cerrar unos ciclos y empezar otros nuevos. Renumerar y cambiar títulos de algunas colecciones y poner el punto y final a otras tantas. Al igual que con los equipos creativos, que cambian de cabeceras o se apean de las mismas. Una reestructuración de la franquicia en toda regla. En el caso de La Nueva Patrulla-X las cosas prometen cambiar más o menos de la forma en que lo hicieron cuando Brian Michael Bendis cedió el testigo a Dennis Hopeless hace ya nada menos que 17 entregas. Los chicos suben de curso, con todo lo que ello conlleva.

 

Antes de dar paso al nuevo equipo creativo y poner fin a su estancia en la cabecera, Hopeless se atreve a lidiar con el gran (y polémico) interrogante que ha acompañado a los cinco originales desde que se convirtieron en desplazados temporales… y la respuesta hará que más de uno se rasgue las vestiduras de pura indignación. Ambigua, perezosa y confusa son algunos de los adjetivos de una solución que plantea no pocas cuestiones nuevas y que, además, lo único que nos confirma es que las cosas van a seguir como hasta ahora.

 

El guionista aprovecha este último capítulo para reunir a todos los mutantes que han formado parte de su Patrulla. Esto es, los cinco originales (Jean, Scott, Bobby, Hank y Warren) más Laura, Idie y Evan, con la participación especial de Romeo, el novio inhumano del hombre de hielo. La Nueva Patrulla-X #51 se presenta como un «día después» del choque inhumanos / mutantes que hemos vivido durante los últimos meses, aunque como en las entregas de la colección que tocaban aquel, la relación es muy tangencial. De hecho, si no fuera por la taciturna tez de Cíclope ante los descubrimientos que ha hecho acerca de su contrapartida adulta apenas hay referencias a la guerra entre las dos especies.

 

Hopeless va con pies de plomo en esta última entrega y salvo por unas referencias al incipiente interés por la magia de Hank se limita a ver cómo interactúan sus personajes entre sí, sin ánimo de profundizar excesivamente en ningún tema. No hay dramas ni grandes revelaciones que vayan a noquear a los implicados. Como deja patente la última página (ilustrada por Paco Díaz), no hay fondo de trascendencia, solo un grupo de jóvenes queriendo ser felices. Todo sea por no condicionar el rumbo a seguir por Cullen Bunn, quien tomará el revelo una vez que esta cabecera pase a llamarse Patrulla-X Azul.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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