Cuando peor les iban las cosas, los chicos de Luke Cage se enfrentaron a una pesadilla durante el Reinado Oscuro.

«Los Vengadores han caído. Soy la única en pie«

Casi puedo imaginarme los paisajes de Nueva Zelanda en El Señor de los Anillos cuando resuena en mi cabeza la frase «la noche es más oscura justo antes del amanecer«. A los Nuevos Vengadores de Luke Cage ya parecía que no podía pasarles ninguna tragedia más tras ser perseguidos (primero por Iron Man y su Acta de Registro y después por Osborn y sus Vengadores Oscuros), sustituidos por sus peores enemigos y divididos (en el retrovisor tenemos la pérdida del Doctor Extraño en el anterior número). Y, sin embargo, la caída en desgracia del Encapuchado tras su funesta alianza con Dormammu en lugar de aliviar la carga de enemigos de los que se esconde el grupo hace que secundarios olvidados como el Dr. Jonas Harrow se sitúen en primera línea y que, en un intento de agradar al actual director de H.A.M.M.E.R., vuelvan a poner en jaque a nuestros protagonistas.

El artefacto de Harrow, sin ser nada que no hayamos visto ya, se convierte en el acto en la piedra de toque que hace que se desmorone la frágil situación de los Nuevos Vengadores. Pero, contrariamente a lo que pueda parecer, colocados entre la espada y la pared los héroes más poderosos del planeta se ven obligados a actuar y es gracias a ello que comenzamos a ver las primeras grietas en el Reinado Oscuro de Norman Osborn. Iron Man, en su larga caída, demostró al final de su último recopilatorio la gran debilidad que había asumido H.A.M.M.E.R. en general e Iron Patriot en particular al situarse del lado de la ley e intentar desde ahí hundir a los héroes. El amplio abanico de posibilidades de las que ahora hace gala el antiguo enemigo de Spidey se ven limitadas por la cualidad de electo de su cargo. Osborn ya no es 100% libre, se debe a los electores a la cuidada fachada que ha construido de cara a la opinión pública. Stark se aprovechó de ello en su momento y ahora le toca el turno a un Luke Cage sometido a una presión capaz de acabar con el corazón más fuerte.

«Os arruinará a ti y a todos los que quieres«

Se llega así a un punto de inflexión tras el cual Ojo de Halcón / Ronin será el primero en emerger con un plan para derrocar a Norman en dos números especiales (La Lista y el Anual #3) que no hacen sino echar más leña al fuego de la confrontación final que veremos en Asedio y que cierran este décimo-segundo tomo de Los Nuevos Vengadores con un largamente esperado regreso a las páginas de los Vengadores. En Sin Poderes hemos llegado a lo más oscuro de la noche, pero esto sólo ha sido para poder contemplar el amanecer en toda su gloria con la llegada de la batalla por Asgard.

Hablando de Asgard y recuperando el tema del Encapuchado: a Parker Robbins le vimos tocar fondo al final de Los Nuevos Vengadores #11: Hechicero Supremo, pero justo en la última página del tomo hacía acto de presencia un personaje que volvía a infundir esperanzas en el enemigo de Extraño y que nos dejaba a los demás a cuadros. Loki… ¿o Loka? Mucho ruido se ha hecho por la versión femenina de Thor, pero en 2009 ya teníamos a su hermano luciendo la doble X en sus genes… Vuelvo a empezar. Loki le ofrece a Robbins una segunda oportunidad de esgrimir un poder auténtico al cederle en este cómic un artefacto que a primera vista es un regalo de valor incalculable, pero que pronto se revelará como un arma de doble filo y convertirá a el Encapuchado en una simple herramienta para los siempre intrincados planes de Loki. Sin embargo, por el momento, Robbins ha tenido su momento más oscuro y en este cómic vemos como su particular punto de inflexión le sirve para volver a colocarse como el líder indiscutible de toda la caterva de villanos de segunda que le dio la espalda en pos de los beneficios que ofrecía un nuevo y todopoderoso patrón.

«Voy a matar a Osborn«

El tercer ejemplo de caída y renacimiento que nos ofrece este tomo lo encontramos en el personaje de Clint Barton. Recordemos que Ojo de Halcón halló su muerte en Vengadores Desunidos (2004-2005), pero volvió a la vida merced a los acontecimientos que presenciamos en Dinastía de M (finales de 2005). Tras su retorno, las cosas no han sido nada fáciles para el Vengador. Sin tiempo ni oportunidades para asimilar su propia muerte y su regreso, Barton asumió el rol de Ronin al estar ocupado el de Ojo de Halcón por uno de los Jóvenes Vengadores, en primera instancia, pero sobre todo porque le costaba cada vez más saber en quién se había convertido. Los sucesos de Invasión Secreta, primero, y de Reinado Oscuro después han terminado por tensar los nervios del arquero hasta límites insoportables. Por suerte para todos, el final del presente tomo significa el reencuentro de Barton consigo mismo y con un amigo largo tiempo añorado.

Brian Michael Bendis, experto en muertes y renacimientos marvelitas, firma otro tomo de una de las mejores épocas de los Vengadores en el cómic que ahora Panini reedita en formato Deluxe.