1985

Mark Millar: Trilogía de un sueño

Al preguntar a muchos aficionados al cómic sobre grandes autores de ayer y hoy surgen nombres como Alan Moore, Neil Gaiman o Frank Miller. Si nos vamos más lejos o a campos más alternativos surgirán nombres como los de Will Eisner, Hugo Pratt o incluso Moebius y Robert Crumb. Las no demasiado numerosas voces que claman por incluir a Mark Millar en este particular «Olimpo de los Dioses» suelen moverse más por el fanatismo o el «fenómeno fan» que (sobre todo) Kick-Ass originó en su día y que la posterior película de 2010 confirmó; relegándole a un segundón puesto de «excesivamente comercial» otros muchos (envidiosos) entendidos del cómic. No nos engañemos, Millar goza de un tremendo prestigio entre los editores y es responsable de algunos de los momentos cumbre de la Casa de las Ideas en los últimos años, pero la gente se resiste a colocarle a la altura de otros «pilares» de la industria. Mis motivos para laurear a este guionista escocés pueden ser tan arbitrarios como los de cualquier otro hijo de vecino, pero es que este simpático señor de cuarenta y tantos tacos se ha ganado el corazoncito de este redactor con el que considero que es uno de los mejores y más sentidos homenajes a los cómics de superhéroes y a los millones de sus aficionados.

 

Vampirella
La Vampirella de Mark Millar y Mike Mayhew

 

Millar tomó como referente nada menos que a Alan Moore a finales de los 80 cuando decidió dedicarse al mundo del cómic. Podemos notar las influencias del escritor inglés en el uso continuado de la figura del antihéroe y de personajes perturbados. Sin embargo, las siempre sarcásticas viñetas de Millar rebosan de un optimismo que nunca hemos llegado a ver en las oscuras páginas de Watchmen o V de Vendetta; hay que tener muy presente que Millar pertenece a una generación de guionistas con unas inquietudes bien distintas a las que presentaron en su época Moore, Miller y compañía. Es por eso que, aunque sus primeros trabajos se desarrollaron en 2000 AD (para quienes escribió guiones de Juez Dredd, entre otras colecciones) y en DC y sus editoriales asociadas (para quienes trabajó en La Cosa del Pantano y guionizó rarezas como Superman: Hijo Rojo), Marvel le echó el guante en cuanto pudo para que devolviera lustre al personaje de Vampirella, allá por 1997, y para que se hiciera cargo de la aventura editorial que supuso en 2001 el lanzamiento de la línea Ultimate, para la que escribiría los guiones de X-Men.

 

La popularidad y el reconocimiento obtenidos a través de los buenos resultados de sus colaboraciones con Marvel le permitieron, en 2008, lanzarse a la escritura de su conocida Kick-Ass en febrero (terminaría dos años después, en febrero de 2010) y de Marvel 19851985 simplemente) en el verano del mismo año. Estas dos obras, junto a la magnífica Superior, de la que os hablamos hace ya unos meses, constituyen los tres pilares del homenaje que Millar le dedica al mundo de los superhéroes y al de sus fans, entre los que siempre se ha encontrado él mismo. Este tributo se basa en los sueños de todo fan de Lobezno y toda adoradora de Batman. ¿Qué cuáles son estos? Veámoslos uno a uno:

 

1985: El Año de nuestra Vida«En 1961, Stan Lee y Jack Kirby crearon el Universo Marvel. O eso creían…«

 

Primera fase del sueño: Todo fan que se precie ha querido alguna vez en su vida conocer en persona a sus héroes. ¿Cuánto más lo puede desear un niño? ¿Quién no ha soñado alguna vez con que Iron Man nos llevara volando o viajar sentados en los hombros de Hulk? ¿Y si al volver la esquina te encontrases con Thor hablando con su habitual pompa con el Capitán América?

 

A Mark se le ocurrió una idea estupenda: Cogería a un chaval (en el fondo no sería otro que él mismo) y lo lanzaría hacia la mayor aventura de su vida. Los villanos del Universo Marvel comenzarían a aparecer en su pueblo y sólo él y el inadaptado de su padre serían los que tuvieran la llave para detener tal invasión. Además, Millar quería que el cómic rompiera todos los moldes y lo ideó de tal manera que se trataría de una fotonovela. Las viñetas serían en realidad instantáneas con actores, sólo cuando echáramos un vistazo al otro lado del espejo veríamos el clásico dibujo comiquero. El problema llegó a la hora de insertar a los héroes y villanos en el cómic mediante esta técnica. Y es que con los tíos con mallas, o tienes el presupuesto casi ilimitado del que disponen las productoras cinematográficas, o… son simplemente tipos con mallas ajustadas luciendo paquete.

 

Para suplir esta carencia Millar contactó con el dibujante de una miniserie que el año anterior había pegado fuerte y cuyo estilo realista podía utilizarse para simular el uso de las fotografías. Se trataba de la serie Bullet Points y el dibujante era el cinematográfico (había colaborado en filmes de la franquicia Harry Potter, Men in Black II…) Tommy Lee Edwards. El resultado final son unas vistosas y coloristas viñetas que no fuerzan a los personajes a adoptar posturas imposibles y, sin embargo, nos retrotraen a los cómics ochenteros y a su reconocible estilo.

 

1985 #1
Detalle de la primera portada de la colección

 

El tono de 1985 apenas nos recuerda a la acidez habitual del autor. Se trata de una hermosa fábula repleta de ilusiones infantiles que habla sobre sueños cumplidos, sí; pero también sobre el doloroso paso hacia la vida adulta y la importancia de nunca dejar morir al niño que llevamos dentro, ése que sueña cosas imposibles y nos hace ver más allá del trabajo, el dinero y las tristezas del día a día a un mundo en el que todo es posible si hemos sido capaces de imaginarlo. 1985 es el retrato de una época en el mundo del cómic, pero es extrapolable a todas las épocas y es lo que convierte a esta obra en uno de los mejores análisis del universo marvelita. Sin toda la negatividad que emanaba de la estupenda Powerless de Matt Cherniss y Peter Johnson, y una de las mejores obras del autor escocés.

 

Kick-Ass«Siempre me pregunté por qué no lo hizo nadie antes que yo«

 

Segunda fase: Muy bien. Ya has visto a tus héroes. Anda que no molaría, ahora que ya sabes cómo se las gastan y lo mucho que les respetan, ponerse un traje ajustado, una máscara molona e imponer el orden en tu ciudad o tu barrio al menos.

 

Si Alan Moore fue quien «empujó» a Millar a dedicarse al mundo del cómic, fue Frank Miller y su Batman: Año Uno quien motivó en 2008 al guionista para juntarse con John Romita Jr. El cómic vuelve a tener un carácter autobiográfico ya que, motivado por el mítico cómic del Cruzado Oscuro, Millar ha confesado en más de una ocasión que con 15 años se vio tentado a imitar a Bruce Wayne. «Este cómic va sobre lo que hubiera pasado si no hubiéramos [mis amigos y yo] entrado en razón«.

 

El tono de Kick-Ass lo conocemos casi todos (los pocos que no hubieran leído el cómic terminaron siendo parte de los miles de espectadores que vieron la película de Matthew Vaughn). En este cómic vemos a Millar desatado, con toda la mala leche y el sentido del humor que le caracterizan. Pero también vemos a un joven idealista chocando de frente, literalmente, contra la realidad y siguiendo adelante, por magullado que quede su cuerpo. Todos lo hemos soñado alguna vez, pero Dave Lizewski fue un paso más allá en su lucha por hacer de su ciudad un sitio mejor en el que vivir. Salvando las distancias, Kick-Ass, Hit-Girl y Big Daddy son otros V, otros «indignados» que dejaron hace tiempo de confiar en el poder establecido y decidieron tomar cartas en el asunto… Pero dudo mucho que la gente saliera a la calle con máscaras de neopreno verde y guantes de cocina para protestar por los recortes o la SGAE…

 

Pero olvidemos por un momento las cuestiones reivindicativas. El cómic supone otro sueño plasmado en papel e irradia una fuerza y una ilusión que superan el sangriento y oscuro tono de la historia. El propio Romita, al leer el guión, modificó los escenarios para asemejarlos a su barrio natal y poder verse así reflejado en la historia de su compañero. Mejor aún, multitud de artistas con posterioridad a la aparición del cómic y el filme han querido rendirles homenaje con sus propias interpretaciones de los protagonistas… e incluso disfrazándose como ellos.

 

Kick-Ass 2
Detalle de Kick-Ass 2

 

Tanto disfrutaron Mark Millar y John Romita Jr. con Kick-Ass que lo que iba a ser una serie corta de cuatro o cinco número rápidamente se transformó en algo mucho más grande. Tanto, que en 2010 tras el estreno de la película, Millar confirmó estar trabajando en una segunda parte de la historia. Esta parte se publicaría en marzo de 2012 y pronto podremos verla en la gran pantalla. No sólo eso, Kick-Ass 2 deja un final abierto a futuras continuaciones (según cómo funcione el proyecto de Jeff Wadlow, habrá que estar atentos a qué nos cuenta Millar) y, además, el tiempo que pasa entre ambos cómics (por lo menos la parte que atañe a Hit-Girl) se ha visto reflejado entre junio de 2012 y la actualidad en un spin-off sobre la heroína a la que interpretó Chloë Grace Moretz, aunque aún no le ha dado tiempo a llegar a España.

 

Superior«Era lo bastante joven como para aceptar que pasan cosas raras«

 

Tercera fase: Una vez has conocido a tus héroes y has tratado de imitarlos con los medios a tu alcance queda el salto definitivo en pos de cumplir tus sueños. Es el momento de convertirse en un auténtico superhéroe. Uno que vuele y lance rayos por los ojos a ser posible.

 

Prácticamente a la par que Millar y Romita Jr. publicaban Kick-Ass-2, el guionista escocés volvía a sacarse de la chistera otro proyecto personal y con una profunda intención de homenaje. De Superior ya os hablé hace meses cuando Panini lo trajo en su formato de lujo, ya por aquél entonces destaqué la manera en que ese cómic, de nuevo alejado del tono habitual del escritor para centrarse en un discurso más puro e inocente, hablaba sobre los sueños de un adolescente de convertirse en algo más. Unos sueños que se traducen en los que tiene todo ser humano de cualquier edad por trascender, dejar su huella en este mundo haciendo algo que dignifique el regalo que es toda una existencia.

 

Tanto de esta miniserie como de Némesis (otra de las grandes creaciones del escritor) hay planes para llevarla a la gran pantalla. Habrá que esperar a ver cómo funciona en el cine la última aventura de los Nolan con Zack Snyder y rezar para que nadie se ponga quisquilloso con el tema de que Superior sea claramente una versión de marca blanca de Superman, pero simplemente la intención es una muestra de lo hondo que ha calado la ilusión de este escritor tanto en Hollywood como en el público en general. Mark Millar ha sabido plasmar perfectamente en sus cómics lo que muchos hemos pensado y con lo que hemos fantaseado cientos de veces. Los superhéroes no son más que expresiones en viñetas de todo aquello a lo que aspiramos: respeto, poder para cambiar las cosas, libertad… Millar no ha hecho más que sacar una instantánea de nuestras almas y plasmarla en tinta y papel.

 

«Hay demasiados superhéroes en América…«

 

En el futuro de Mark Millar despuntan posibles continuaciones dentro del universo Kick-Ass y la curiosa propuesta de supervillanos exiliados en Europa que, si los rumores son ciertos, dirigirá Nacho Vigalondo una vez logre dar el salto al cine. Sin embargo, sólo con las tres obras que aquí he recogido este fantástico y simpático guionista natural de Coatbridge ya merece un asiento de honor entre los grandes de la industria del cómic.

 

Muchas gracias Mark Millar por invitarnos a seguir soñando.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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