Spider-Man y Masacre

Spiderman Vengador #78: La hora de las tortas… y de sueños y dinosaurios

La nueva entrega de la cabecera vengadora de Spiderman nos ofrece tres historias muy diferentes que nos llevan desde Nueva York a la Tierra Salvaje y a los dominios de Morfeo.

 

«¡Tío! Tu imaginación tiene el cutrerío proporcional de una araña«

 

¿A alguien se le ocurre una pareja más divertida que Spiderman y Masacre? ¿Verdad que no? ¿Y si dejamos que Kevin Shinick (guionista de series como Robot Chicken) escriba la historia? Mejor… imposible. El escritor le imprime su particular sentido del humor a un relato que nos lleva de vuelta al instituto de Peter Parker, o más bien al instituto que se imagina que sus sueños. Porque la acción, al menos en su primera parte, transcurre en la mente de Peter Parker que para poder salir de este mundo onírico necesita la ayuda de Masacre e ir superando niveles. Sí, al final Chris Nolan y su Origen le han hincado el diente también al trepamuros.

 

Aparte de esta influencia temática, el doble capítulo incluye otras tantas referencias cinematográfica y de la cultura pop reconocibles para muchos, entre las que destaca el divertido homenaje a John Hughes y uno de sus títulos más recordados o la pulla a la versión cinematográfica del Mercenario Bocazas. Estamos ante una disparatada historia que tiene sus mejores armas en los diálogos entre los descacharrantes aliados y un villano de chiste.

 

Spider-Man y Masacre

 

«¡No soporto mirar esos enormes y enternecedores grandes ojos reptilianos!«

 

La segunda historia nos traslada a Tierra Salvaje, donde nuestro intrépido amigo se las ve con un montón de dinosaurios a los que parece no caerles muy bien. Ayudado por Chico Luna y Dinosaurio Diabólico Parker debe usar todo su ingenio para resolver el misterio. Una anodina historia con claro componente aventurero, ese que aparece siempre que Spiderman sale de la Gran Manzana y tiene que aliarse con Ka-Zar y personajes selváticos o de orígenes que escapan de la comprensión científica.

 

Con una trama bastante predecible, el mayor atractivo del doble capítulo de Cullen Bunn está en los dibujos de Gabriele Dell’Otto, de los mejores que hemos podido disfrutar en esta serie.

 

«Oh, vamos. Dame un beso, tontaina. ¡Es la hora de los morritos!«

 

Los encuentros entre Parker y alguno de los miembros de los 4 Fantásticos siempre son moviditos y este no iba a ser diferente. Con una misteriosa caja como detonante de los problemas del trepamuros, el primer annual de Spiderman Vengador nos ofrece no ya una amistosa quedada, sino una desigual y divertida pelea entre La Cosa y los niños Richards contra la abnegada araña.

 

Relato anecdótico, que bien podría pasar por un día cualquiera en la vida de Spiderman, y sin mayor pretensión que la de regalarnos un poco de evasión. No entra en ninguno de los aspectos identitarios del héroe, se limita a retratar la aventura en cuestión centrándose mucho en la perspectiva de los villanos.

 

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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