«Bienvenida a los Ultimates, jovencita«

Y, tras quince gloriosos años, el universo Ultimate murió. Bueno, y el universo Marvel tradicional también, pero dado que éste se iba a recuperar tras las Secret Wars remozado y rejuvenecido, la importante era la muerte del primero. Pocas cosas se han salvado de esta línea editorial (que bien es cierto que no pasaba por sus mejores momentos cuando llegó este crossover): Miles Morales es, quizás, la más importante de todas ellas y junto a él, vemos que también ha desembarcado en esta nueva realidad el Hacedor (es decir, el Reed Richards malo que, ojalá, venga a significar en un futuro el regreso de la Primera Familia). ¿Ya está? Bueno, no exactamente. Gran parte de las buenas ideas que se gestaron durante los tres lustros que duró esta aventura van a permanecer en esta nueva etapa y la existencia de los Ultimates (la versión que existía en el universo homónimo de los Vengadores) es una de esas cosas que no se podían enterrar así como así.

Así, tras su fulgurante y no tan exitoso como merecía paso por los Poderosos Vengadores de Luke Cage, Al Ewing recupera la cabecera para construir un nuevo equipo de Avengers que vayan más allá de los límites que constriñen al resto de formaciones. Para ello, el autor se hace con personajes de esos de los que pegan especialmente fuerte: Blue Marvel y Spectrum vienen directamente de su anterior serie y lo cierto es que sus historias quedaron a medio contar, la Capitana Marvel no podía faltar en un equipo de Vengadores espaciales, a Miss America la recoge directamente de los Jóvenes Vengadores de Kieron Gillen (ay…) y, para darle un toque humano supongo, entra en el equipo Pantera Negra, que parece tener el cuajo necesario para dirigir una nación y a la vez explorar el espacio infinito.

«El tiempo se ha roto«

Y vaya que si apunta alto Ultimates. La portada de este primer recopilatorio no engaña y el primer gran enemigo de estos héroes no será otro que el mismísimo Galactus, para el que estos cinco personajes tienen unos planes muy concretos. Y aquí comienza mi ‘problema’ con esta serie. Si tu primer contrincante es uno de los entes más peligrosos del universo Marvel, ¿cuál va a ser tu próximo objetivo? ¿Y cuál superará a este a su vez? Veo en Ultimates una necesidad salvaje de aumentar la apuesta más y más con cada nuevo número que me huele a vela que arde con una llama más intensa y se consume con mayor rapidez. Quién sabe, es posible que los planes de la editorial pasen por una serie de 12-15 números (justamente la duración de las dos que acabo de mencionar en el anterior párrafo) que permita explorar los límites de esta nueva realidad, pero lo cierto es que si no es así y Ewing quiere que la serie le dure, está errando el tiro.

Ultimates #1

En cualquier caso, lo que sí está claro es que la colección va a tener impacto directo en la realidad del universo Marvel actual. La resolución del primer arco argumental significa un cambio de 180º en la tradición marvelita y veremos hacia dónde conduce, pero es el final del segundo argumento, el que cierra este volumen, el que nos deja con el ‘culo torcido’. Un personaje que no veíamos desde el final de las Secret Wars (vale, no hace tanto tiempo) vuelve a hacer acto de presencia y más que su regreso, son el hecho de que recuerde todo tal y como es y sus posibles ganas de vengarse los dos factores que me indican que Marvel no quiere que releguemos a un cómodo segundo plano a esta colección tan fácilmente.

Ultimates viene a cumplir la función de otras series míticas de Vertigo como Stormwatch. El equipo de Blue Marvel va a tantear (y tontear) con los límites de la realidad y quienes están a ese otro lado para beneficio de todo el resto de series marvelitas. Esperemos que les de tiempo a todo lo que tienen planeado.