X-Force #8

X-Force #8: Cuando lo estás haciendo bien…

X-Force #8«Y viviré para el ritmo«

 

Nueva configuración y reinicio para a versión más expeditiva de los equipos mutantes marvelitas. La situación que vivimos tras la excepcional etapa de Rick Remender, con dos agrupaciones y títulos diferentes, no ha dado los resultados esperados (Cable y X-Force gustó, pero no se hizo un hueco mientras que los Imposibles X-Force de Tormenta se estrellaron con fuerza) y Marvel se ha visto obligada a mover ficha y hacer un nuevo cambio de equipo creativo (y ya van unos cuantos) para tratar de mantener en el frente a un grupo de mutantes que probablemente tengan mucho que decir en el evento que llegará a nuestro país en agosto.

 

Los «llamados para la gloria» en esta ocasión son Simon Spurrier (un viejo conocido de 2000 AD con cierta experiencia con los mutantes a partir de varios one-shot) y Rock-He Kim (un ‘novato’ que debutó con una sensacional serie de portadas para La Era de Ultrón). Sin embargo, la serie arrastra varios problemas que no terminan de permitir su despegue y que no podemos perder de vista. El primero de ellos es evitable hasta cierto punto: Aunque en España la nueva iteración se comercialice como el número #8 de una colección en curso, en Norteamérica esta es una serie completamente nueva que, sin embargo, parte de las situaciones previas de sus personajes. Vamos a ver con detenimiento quiénes son éstos y cuál es la situación en la que se encuentran.

 

«Me niego a ser definida por los cadáveres que dejo«

 

Como líder tenemos de nuevo a Cable, envuelto en misterio y vestido de secretos, que cuida de una comatosa Hope. Wait… WHAT? Efectivamente. Spurrier se marca un inicio desconcertante en el que no se nos termina de contar cómo, pero ya tenemos un equipo formado y en una situación peliaguda. Algo ha ocurrido y a consecuencia de ello Hope, que por fin tenía su hueco en el equipo de papá, queda en un estado vegetativo muy poco halagüeño. De este «acontecimiento» también hace el británico regresar del limbo a Médula, una mutante casi olvidada que había perdido sus poderes merced al «No más mutantes» de la Bruja Escarlata y que ahora, milagrosamente vuleve a disponer de ellos, aunque no así de su cordura.

 

Mariposa Mental X-Force #8

Mariposa Mental en X-Force #8

 

Acompaña a este trío una terna de «clásicos» de la formación que conforman el Doctor Némesis (que se lo debió pasar muy bien en la anterior encarnación y ha decidido quedarse), Mariposa Mental (último remanente del equipo de Tormenta) y Fantomex. Conviene recordar que el francés de Arma Plus era un tipo con tres cerebros capaz de provocar alucinaciones y de desgajar una parte de su sistema nervioso para formar una entidad independiente conocida como E.V.A. El problema es que al final de la etapa de Remender estos tres cerebros eran recolocados en tres cuerpos diferentes que darían lugar a otras tantas versiones del mutante. La que nos llega a esta colección no está muy claro cuál es, pero lo que sí que queda definido es que Spurrier ha convertido a Jean-Philippe en una sombra de lo que fue, un pobre payaso más centrado en reconquistar a Braddock y demostrarse a sí mismo que aún merece la pena que en curarse de su traumática muerte y resurrección. Como añadido final tendremos a Meme, una muti de reciente creación capaz de interferir en sistemas informáticos y recipiente de la mayor sorpresa del cómic.

 

«¿Qué mojones os pasa huevilastres?«

 

Otro de los problemas a los que hacía referencia al principio del artículo es la excesiva seriedad del planteamiento. Remender creó un equilibrio perfecto entre humor y drama que Dennis Hopeless transformó en pura comedia y Sam Humphries en un circo. Spurrier, por temor a caer en los errores que han condenado a sus predecesores, apuesta por una versión exenta casi por completo de chispa y demasiado focalizada en el sufrimiento de sus personajes. Esto puede llegar a cansar si no se cuenta con los giros necesarios del guión o si la serie se convierte (como parece) en otra hermana muy menor de los pesos pesados que maneja Brian Michael Bendis. A mi entender es una auténtica pena que no se le permitiera a Hopeless continuar al frente del barco: el autor de Vengadores Arena ha logrado que hasta Coloso se redima ante nuestros ojos y el giro a los infiernos de la serie no termina de convencerme tras haberme acostumbrado a la acción y las risas.

 

X-Force #8

John Romita Jr. dibuja una de las portadas alternativas de X-Force

 

Por su parte, Rock-He Kim se marca un trabajo espectacular en el dibujo y las portadas de la colección. Es una pena que a la mitad del tomo se vea sustituido por Jorge Molina, porque al menos en el apartado gráfico, los primeros capítulos de la colección son inmaculados. El mexicano, con un estilo más conservador y pragmático, se antoja más como un recambio de última hora que como un plan a largo plazo por parte de la editorial (¿habrá fallado Kim en los plazos de entrega?) y sólo el tiempo dirá si su elección ha sido la correcta. Algo parecido le pasa al cómic, al que cuesta darle una oportunidad y que sólo si se le permite evolucionar en la dirección correcta será capaz de conquistarnos como ya logró en el pasado la colección centrada en este grupo de parias.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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