Happy!

Happy! #1: ¿¡Eres feliz!?

Happy!Poco después de terminar la publicación de Yawara! (1986-1993, conocida como Cinturó Negre entre el público catalán, que ha podido disfrutar de su tanto de versión en anime [a través de TV3] como manga [hasta la fecha, EDT ha publicado 19 de los 29 tomos que componen la obra]), Naoki Urasawa comenzó a tejer una nueva serie con el deporte como premisa, Happy! (1993-1999) también en la revista Big Comic Spirits, al tiempo que daba forma a Monster, una de sus obras maestras.

 

Junto a la apariencia física de sus personajes protagonistas, Ginger Inokuma y Umino Miyuki, y sus aptitudes para el deporte (judo y tenis), es aquí donde terminan las semejanzas entre ambas obras. En la primera, Ginger era educada desde muy pequeña para convertirse en una excelente judoka, pero ella solo quería llevar una vida normal como las demás chicas de su edad. Mientras, Miyuki desea convertirse en una estrella del tenis profesional para proteger a los suyos. Y es que la premisa con la que arranca Happy! la acerca a obras más adultas del mangaka: por culpa de una deuda de 250 millones de yenes contraída por su hermano (que ha desaparecido sin dejar rastro) con la yakuza, Miyuki se ve obligada a dejar los estudios para intentar llegar a la cima del tenis mundial. Es eso o trabajar para sus «acreedores» como chica de compañía.

 

Este primer tomo (editado en el mismo formato que, por ejemplo, Master Keaton [también de Urasawa] a un precio de 14.95€) tiene un carácter eminentemente introductorio que sirve a su autor para presentar la trama principal (junto a sus ramificaciones más importantes) y a los personajes principales. Lo primero que queda patente es que el tenis no es ni mucho menos el centro de la historia, sino que tiene una función vehicular para abordar los diversos temas que se van presentando. Está por ver si, como se apunta desde las notas de prensa que promocionan la serie, estamos ante «un retrato sobre la sociedad nipona desde una perspectiva adulta» o no. Permitidme dudarlo más que nada porque salvo la familia Umino, los personajes que pululan entre las páginas de Happy! o bien forman parte de la yakuza o pertenecen a las élites acomodadas de la sociedad nipona. Así es complicado extrapolar situación alguna a la realidad del país.

 

Happy!, es cierto, aborda temas que preocupan, no solo a la nipona sino a cualquier sociedad, como el crimen organizado y la prostitución. Los retrata con un discurso en el que destaca el humor y la sutileza, y sirven para hacer más rica la historia de Miyuki, pero no son el foco principal de la misma. Esto no quita que el autor no les dé una importancia, puesto que es el miedo de la joven protagonista a verse atrapada por ese mundo lo que la empuja a lanzarse al tenis y luchar por ser la mejor. Con este manga Urasawa fomenta valores como la superación personal y la disciplina para conseguir resultados y se tocan asuntos como la rivalidad, la familia, amores y rencores… Cada capítulo nos ofrece algo que nos obliga a seguir leyendo. ¿Un consejo? Leer el tomo a sabiendas que no se va a soltar hasta que se termine. Resulta adictivo.

 

Una de las señas de identidad de su autor y uno de los puntos más fuertes de Happy! es el desarrollo de las diversas tramas de forma independiente y paralela. Una no resta importancia a las otras y todas están cuidadas hasta el mínimo detalle, lo que le confiere un mayor empaque al libro. Factor indispensable para que esto sea así son sus personajes secundarios. Estos son presentados de forma muy estereotipada (bien para cumplir determinado rol en la trama que está teniendo lugar cuando aparecen, bien para observar diferentes matices en Miyuki), pero enseguida cogen cuerpo y demuestran eso de que la primera impresión no lo es todo.

 

Happy! es un relato de corte optimista que puede disfrutar todo el mundo por igual. Recuerda, además, que el tenis existe más allá de Rafa Nadal o Nolan Djokovic.

 

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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