«¡¡Quería medirme contigo!!«

Abandonada ya por completo esa primera y apasionante saga con villanos e intentos de asesinato de por medio, My Hero Academia se sumerge en una trama al más puro estilo shonen que busca aportar algo de normalidad y seguir profundizando en los poderes y las ambiciones de cada uno de sus protagonistas. Kohei Horikoshi se saca de la manga nada menos que un Festival Estudiantil, uno de los eventos más clásicos y manidos de los mangas para adolescentes que sufre un lavado de cara para mezclarse con otro clasicazo de los shonen: los torneos que enfrentan a sus diversos personajes.

Desde que los popularizara Dragon Ball con su Torneo de las Artes Marciales (hasta Célula creó su propia versión cuando decidió luchar contra los héroes más poderosos de la Tierra), este tipo de enfrentamientos piramidales a lo Champions League se han ido repitiendo a lo largo de las series de mayor éxito y así hemos tenido a Naruto peleando con sus futuros aliados en el examen de acceso al ninja de grado medio o a los propios Caballeros del Zodiaco luchando por hacerse con las armaduras doradas. Aunque el torneo propiamente dicho no se desarrollará por completo hasta el número que viene, ahora la serie que publica en España Planeta Cómic entra de lleno en esta dinámica con una serie de pruebas eliminatorias que buscan dibujar los sucesivos enfrentamientos a los que vamos a ser testigos.

«Tienes el deber de superar a All Might«

Ya en el anterior tomo asistimos a una curiosa carrera de obstáculos que terminaba con Deku en una sorprendente y nada ventajosa primera posición. Este puesto le obliga en esta nueva entrega a elegir cuidadosamente a sus compañeros en una batalla ecuestre que cambia los globos de agua que vimos, por ejemplo, en mangas tan famosos como Azumanga por las más vistas cintas de animes como School Rumble. La diferencia es que aquí no tenemos a dotadas jovencitas o gamberros escolares luchando por llamar la atención de los demás. Aquí tenemos a futuros héroes (o villanos) haciendo gala de sus superpoderes para arrancar las cintas puntuadas de sus contrincantes.

My Hero Academia #4

No es la primera vez que vemos a Midoriya haciendo equipo con otros compañeros, pero sí que es la vez que más ha de improvisar con lo que tiene a mano. Salvo la siempre fiel Uraraka, Deku ha de confiar sus puntos a un par de completos desconocidos. Aquí es donde la capacidad analítica que vimos en el personaje en el primer tomo y que parecía desaparecida vuelve por todo lo alto. Tokoyami se revela como un tipo serio y muy poderoso si se sabe sacar partido de su poder mientras que la recién presentada Hatsume se nos muestra como un personaje divertidísimo que puede dar mucho juego en futuras entregas con su especialización de apoyo al resto de héroes.

En definitiva, My Hero Academia #4 da un giro hacia el shonen más clásico con el fin de darnos un respiro de tramas más complejas y con el objetivo de captar a los lectores más tradicionalistas. La serie de Horikoshi no ha hecho más que despegar y ya presenta un carácter propio muy definido, pero ha de cuidarse de caer en los tópicos del manga para adolescentes si no quiere caer en el olvido tan pronto como ha probado las mieles del éxito.