Secreto

Secreto: Hombres grises

Secreto, de Jonathan HickmanEn Secreto Jonathan Hickman se propone sorprendernos a todos. El guionista se aleja de las historias fantásticas a las que nos tiene acostumbrados en sus relatos marvelitas y en series abiertas como Los Proyectos Manhattan o Este y Oeste para volver a tramas más «mundanas», sin artificios sobrehumanos o de ciencia-ficción como en aquella primera obra con la que nos deleitó, El informativo nocturno; aunque sin su trasfondo crítico.

 

Hickman se libra del envoltorio pero se mantiene fiel al contenido. Es un autor que en mayor o menor medida ha seguido siempre una línea continuista en cuanto a temáticas, con personajes que se mueven en una escala de grises y negros, donde el blanco no es más que un gris atenuado. La ética y la moral son puestas a prueba con frecuencia y son los principios de cada personaje los que al final determinan si serán capaces o no de cruzar la línea, y hasta dónde están dispuestos a llegar una vez superada esta.

 

En Secreto el guionista se sumerge en el género de espías desnudándolo de todo su glamour. Hickman nos muestra la frialdad de este mundo, su falta de escrúpulos y sus contrariedades, pues todos se mantienen fieles a sus respectivas naciones hasta que el dinero llama a la puerta. El espionaje, a fin de cuentas, no es más que un negocio. Traiciones, intereses creados, tipos duros, valores ambiguos, disputas de poder, violencia… no falta ninguno de los ingredientes de este tipo de narraciones.

 

La cualidad de Hickman radica no en cómo trata dichos ingredientes (todos siguen su disposición natural), sino en cómo los envuelve, en cómo construye a sus personajes protagonistas y las relaciones que va tejiendo entre ellos. De esta forma la fuerza del relato radica en la ambientación y en los diálogos de los personajes. Mientras van deshilachando el misterio que les envuelve van dejando caer alguna que otra reflexión sobre el cinismo del mundo actual. Más por el postureo que otra cosa, pero tampoco molesta.

 

Quizás el mayor problema con el que se encuentra la obra sea que una vez reveladas todas las cartas la narración se acelera demasiado precipitando el desenlace. Aún así, funciona y la trama no se queda coja, cerrando de forma efectiva cualquier cabo suelto que pudiera haber.

 

Secreto

Una página de ‘Secreto’, ilustrada por Ryan Bodenheim

 

Acompañando a Hickman y siguiendo sus directrices formales, tenemos a Ryan Bodenheim a los lápices y Michael Garland dando color. El primero muestra un trazo muy detallista y el segundo sigue la tónica de otros trabajos independientes del guionista, donde la paleta suele quedar reducida a dos-tres colores y sirven para potenciar las diferentes atmósferas que requiere el relato en cada momento.

Acerca de Daniel Lobato

Avatar de Daniel Lobato

El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados