Star Wars: Old Republic #3

Star Wars. Old Republic #3: El MI6 al servicio de la República galáctica…

Star Wars: Old Republic #3

Como si de una película de James Bond se tratara se nos presenta este nuevo número. Son tiempos difíciles para la República Galáctica y ni siquiera la valiente orden Jedi se ve capaz de mantener una paz basada en una tregua que tiene de cierta lo mismo que de belleza tiene un Hutt. Nada. Los Sith siguen empeñados en conquistar extensos territorios a la República y ésta le encarga una peligrosa misión a un espía llamado Theron Shan, un especialista donde los haya del SIE (Servicio de Información Estratégica), algo similar al MI6 inglés, con un buen repertorio de gadgets (desde su cerebro hasta su mano). A él se unirá, por obligación, una ladrona de poca monta llamada Teff`ith y un antiguo maestro Jedi que antaño fue más de lo que es ahora, un simple vagabundo con algunos recuerdos incapaces de salir a flote en su memoria, el maestro Zho. Vagabundo y pieza clave en esta historia, ya que su cerebro guarda información sobre las acciones de Darth Mekhis, una Lord Sith convertida en señora del planeta Vesla cuando la República tuvo que firmar una paz forzosa con los señores oscuros de la Fuerza para acabar una contienda que se antojaba demasiado larga. Siete sistemas para siete señores. Un precio demasiado alto para una paz tan inestable.

 

Theron Shan deberá infiltrarse en Vesla sin más ayuda que el pequeño grupo que lidera, sus artilugios y su entrenamiento como espía después que su propia madre le abandonara, ya que un Jedi no debe tener lazos afectivos personales. Desde los seis el maestro Zho intentó instruirle en la fuerza, pero por desgracia no poseía el don de los Jedi. Ese entrenamiento será el que le haga llegar a ser uno de los mejores espías al servicio de la República. Intensidad, acción y un buen argumento, todo rodeado de misterio hasta la última viñeta.

 

Más elevado de lo normal en la elaboración, en este número contamos con autores de la talla de Mark Mckenna trabajando en el entintado de las viñetas. Y un punto a favor del tomo: hacía tiempo que no encontraba un cómic con tantas ilustraciones al final del mismo. Esta vez puedo decir orgulloso que me alegra muchísimo encontrar dibujos de los diferentes personajes de la trama del gran Benjamin Carré. Como ya dije en otras ocasiones Carré está haciéndose con un pequeño hueco dentro del gran universo Star Wars y este número parece querer consagrarle como un relevante creador de ilustraciones. No es que no quiera hablar más sobre los demás artistas que han colaborado o trabajado en el número. Creo que esto también debe ser un pequeño homenaje a Carré. Me gustaría que en un futuro (no muy lejano) pudiera abrir un tomo de Star Wars y encontrar que el dibujo esta de su mano. Ojalá sea así.

 

Por otro lado encontramos otro grande, Michael Atiyeh, con más de 70 trabajos a sus espaldas como colorista para Dark Horse. Interesado en usar colores claros esta vez, reserva los tonos más oscuros para los momentos de mayor tensión intentando crear un ambiente de intriga y misterio.

 

Aún con todo hay algo que me disgusta. Me gusta tomar un cómic, leerlo y quedarme con la intriga de saber que pasará el mes que viene. Star Wars: Old Republic no lo logra. Llevamos ya tres números de esta saga y el único hilo argumental entre ellos es la precaria paz que viven la República y los Sith. Las historias parecen suceder todas bajo este marco, todas ellas comienzan y acaban en el mismo número. Por eso quizá aquellos lectores que estén interesados en lograr que una historia les enganche se verán seriamente decepcionados con esta saga. Claro que aquellos que lo que prefieran sea un comienzo y un buen final únicamente, eso sí, bien narrado, les encantará tanto este como los números anteriores. Para gustos colores.

 

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *