«Diles a Luke y a Han que lo siento mucho«

Es en la segunda mitad del primer cruce de series en el ‘nuevo universo de Star Wars‘ cuando llega de verdad la chicha. Los enemigos se multiplican como por arte de magia para los personajes de ambas colecciones y es el momento en que Kieron Gillen nos presente a algunos de los personajes que ha creado ex-profeso para Star Wars: Darth Vader. El comandante Karbin, ese cruce entre el almirante Ackbar y el general Grievous, y el wookie negro Krrsantan vienen a ponerles las cosas difíciles a todos los personajes, como si no estuvieran suficientemente liados ya con el juego del gato y el ratón que se traían desde el primer número de la miniserie.

Luke y Vader son los oscuros objetos de deseo para todos los personajes de este crossover. El primero pierde por completo su protagonismo para convertirse en un simple juguete al que apalear de manera más o menos rutinaria (al final tanto golpe en la cabeza…) mientras que el segundo parece limitarse a deambular por el árido y desolado planeta de Vrogas Vas hasta que le llega el momento de lucirse. Vader Derribado es la serie en la que los secundarios (sobre todo los de la serie de Gillen y Salvador Larroca) toman las riendas y es la saga en la que los Rebeldes demuestran su terrible y descorazonadora debilidad frente a la más mortífera arma del Imperio: los sith.

«La Fuerza es poderosa en este sitio«

Lo mejor de este cruce es, sin duda alguna, que tiene CONSECUENCIAS. Cuando comenzamos a leerlo parecía que se iba a quedar en una simple aventura en la que héroes y villanos se limitarían a tantearse mientras exploraban el pasado de los jedi. Sin embargo, al finalizar Darth Vader #15 nos damos cuenta de que tanto los Rebeldes como los imperiales tiene mucho que digerir tras este enfrentamiento. Darth Vader sale ligeramente reforzado, sí, pero lo hace a un coste y los Rebeldes aprenden una amarga lección, pero puede que hayan ganado bastante más de lo que pensaron que se llevarían del erial de Vrogas Vas (de alguna manera tienen que evolucionar las tropas de la princesa Organa).

Star Wars #14

¿Lo malo? que volvemos una vez más a la necesidad imperiosa de comprar dos series para disfrutar de una historia. Vader Derribado no se entiende leyendo la mitad de sus números, pero es que las series por separado tampoco pueden leerse durante estos capítulos, así que la jugada comercial es mucho más que obvia. El punto positivo es que son sólo seis números (dos de Star Wars, tres de Darth Vader y el inicial), lo que hace que ‘sólo’ tengamos que comprarnos unos pocos más de los que cogeríamos cada mes de hacer una sola de las dos colecciones. Además, la historia de Gillen y Jason Aaron y los dibujazos de Larroca y Mike Deodato bien merecen la inversión. Ahora nos queda lanzarnos de cabeza sobre el primer anual de cada una de las dos series.