«He sido capaz de manejar la pena porque sé que es temporal«

El tercer volumen de Transformers: More than Meets the Eye comienza de una manera tan triste e intensa que rápidamente nos pone en nuestro lugar. La entretenidísima serie de James Roberts puede estar plagada de humor y gags, pero también sabe cuando ponerse seria para recordarnos la gravedad de la misión que han emprendido los tripulantes de La Luz Perdida. Y es que, pese a la multiplicidad de líneas argumentales que se manejan en una serie con tantos personajes, Permanecer a la Luz logra centrarse mucho más que sus dos predecesores para contar una historia que cambia definitivamente a muchos de los robots que pueblan sus páginas.

Pero vayamos por partes. Tras la terrorífica incursión de Overlord en la nave de nuestros protagonistas, asistimos en las páginas de este tomo a las consecuencias de la masacre en las carnes de uno de los más afectados por lo acontecido: Chromedome. En efecto, el repentino y desinteresado acto heroico de Rewind en las últimas páginas del número anterior deja al Mnemo-cirujano destrozado y al borde de cometer un acto que nos revela mucho acerca de su personalidad y sus debilidades.

«Odiaría que tu cerebro estuviera desinformado«

Pero eso no es todo. Ultra Magnus, el gigante y poderoso autobot «debidamente nombrado para imponer el Tratado Tyrest» fue, también debidamente, apuñalado hasta la nausea durante la refriega y este cómic lo comienza debatiéndose entre la vida y la muerte hasta que… desaparece, dejando a sus compañeros con la nueva misión de ir en su búsqueda y al bueno de Tailgate con una aterradora verdad sobre sus hombros. Estos dos hechos marcan el inicio de la última saga de la serie hasta su inmersión en la próxima Cybertron Oscuro. Una historia que, aparte de dar título al álbum, resulta ser la mejor que hemos leído desde que comenzara la serie hace dos añitos en nuestro país.

Transformers; More than Meets the Eye #3

La aventura que emprenden Rodimus y los suyos en Luna 1 es, sin duda alguna, la más apasionante que ha escrito James Roberts hasta la fecha. La implicación y las motivaciones personales de cada robot se han ido cimentando a lo largo de la serie para emerger en una sensacional saga en la que no existe ni un solo Transformer que resulte superfluo. Cyclonus, uno de los que más han evolucionado desde el principio da en este arco el salto definitivo que lo desvincula de su pasado Decepticon, Rodimus nos muestra su faz más seria y arrepentida, Swerve se deja de chistes para defender su bar con uñas y dientes y Tailgate… en fin, este pequeñajo consigue ablandar al más curtido guerrero.

«¿Sabes qué, cejas? Creo que finalmente lo estoy«

¿Y del lado de los villanos? Esta saga nos ‘presenta’ a dos robots profundamente perturbados que pueden llegar a acabar con la vida de la mitad del universo robótico si se lo proponen. Rodimus y los demás tripulantes de La Luz Perdida han de enfrentarse a la mayor amenaza que jamás se hayan encontrado de frente y sólo el trabajo en equipo de todos ellos garantizará una mínima posibilidad de victoria (y aún con todo, esta tendrá un precio bastante amargo). More than Meets the Eye se encamina a su ‘fusión’ con Robots in Disguise dejando a sus protagonistas en una situación bastante más que precaria.

Swerve se pone «serio»

En el apartado gráfico Alex Milne vuelve a firmar un trabajo excelente y en esta ocasión se hace acompañar de un peso pesado como puede ser Agustín Padilla (ese crack con el que pudimos hablar hace ahora un año) y de otro dibujante resolutivo como puede serlo James Raiz. Juntos nos dejan imágenes tan impactantes como la que veis unos cuantos párrafos más arriba y otras tan descacharrantes como la que precede a estas líneas.

Transformers: More than Meets the Eye se revela como un cómic al que cuesta un poco entrar para los no iniciados, pero que engancha a neófitos y a expertos por igual con un buen saber hacer por parte de Roberts que es digno de todos los elogios posibles.