Basado en un anime homónimo escrito, dirigido y animado por Makoto Shinkai, Voces de una estrella distante es un manga corto, de un solo volumen, que Planeta Cómic edita dentro de su línea Babel (en la que ya disfrutamos, por ejemplo, de libros como Seraphim o El silencio de nuestros amigos), centrado en la amistad/romance de dos adolescentes que han de luchar contra sí mismos y contra la distancia para aceptar lo que de verdad anhelan en su interior.

La relación entre nuestros protagonistas guarda muchas similitudes con la de 5 centímetros por segundo, también de Makoto Shinkai. En ambas la conexión entre los jóvenes es evidente desde las primeras páginas, comparten una química poderosa, pero no se atreven a salir de la zona de confort que da la amistad apoyados en la excusa que da la distancia. Solo cuando la obra ya está lo suficientemente avanzada y cuando ya no hay atisbo de duda en ningún lector, es cuando muestran sus intenciones amorosas.

La particularidad de Voces de una estrella distante radica en el contexto de su historia. Estamos en el año 2046, y desde La Tierra se están enviando misiones de exploración a lo largo del sistema solar en busca de una especie alienígena que habitó Marte. Un background sci-fi en el que se entra en el terreno de los mecha y que da la excusa perfecta para el autor para reflejar la distancia entre sus personajes, que se va ampliando al tiempo que la expedición se va alejando de nuestro planeta, y que tiene también su correspondencia física, a través de la teoría de la paradoja de los gemelos.

Sin embargo, no conviene prestarle demasiada atención a este envoltorio de género, pues ni está desarrollado de la forma correcta (de hecho hay aspectos que no están justificados y otros en los que ni se entra), ni determina el comportamiento de los protagonistas, que bien podrían estar cada uno en un punto del planeta.

Apoyado con eficacia por el dibujo, Voces de una estrella distante se caracteriza por su tono melancólico, condicionado una pareja de protagonistas a los que les cuesta actuar, toman -sobre todo a Terao, quien reside en La Tierra- una actitud pasiva (y derrotista incluso). Hecho este que dificulta que el lector pueda empatizar bien con los personajes, a quienes se les puede exigir un poco más de sangre en las venas.

Queda clara la intencionalidad de evocar la melancolía, la tristeza (y también la esperanza), más con la ambientación y con las imágenes, subrayando la narración en flashback y las escenas escuetas en diálogos. A ese nivel la historia cumple su cometido, y deja entrever detalles y elementos con potencial para elaborar una historia mucho más ambiciosa. Algo que solo el tiempo dirá.