A Silent Voice

‘A Silent Voice’ inaugura el II Ciclo de Cine Japonés en Madrid

He de comenzar este artículo haciendo referencia a la recién finalizada 15 Muestra Syfy de Cine Fantástico. Primero porque aún me quedan secuelas (en forma de horas de sueño que no he recuperado) y segundo porque el año pasado Selecta Visión escogió este escenario para traer a España el último bombazo de la animación japonesa (Your Name), una proyección de la que salimos extasiados. Este año, en lugar de enfrentarse a los orangutanes que vamos a saturar a tope los Cines del Palacio de la Prensa, Selecta ha optado por aliarse con los organizadores del II Ciclo de Cine Japonés de la capital para dejarnos ver en primicia los que prometen ser sus próximos dos exitazos en este país.

 

Así, este jueves 15 de marzo pusimos rumbo al Kinépolis de la Ciudad de la Imagen para ser testigos del acto de apertura de este ciclo, que este año, además, conmemora los ciento cincuenta años de relaciones diplomáticas entre España y Japón. Ahí es nada. Y ahí se nos plantó Javier Puertas (product manager de la distribuidora española) para confirmar que el estreno en febrero del último filme de Mazinger Z había sido todo un éxito (la nostalgia mueve pasiones amigos) y que esto les había animado a dar el tan esperado salto a la distribución regular de anime en cines españoles. ¿Significa esto que podremos ver estrenos amplios de películas de animación japonesa en nuestras carteleras? Aún no, pero como bien dijo el propio Puertas ‘si esta película os gusta, recomendadla. sólo así se podrá ver más animación japonesa‘.

 

Terminada la bienvenida, se proyectó Ato San Nen, un cortometraje de Pedro Collantes que no pudo presentarse al concurso de cortometrajes que se ha celebrado de manera paralela a este ciclo de cine, pero que por temática y calidad merecía estar presente en e festival.

 

Kenji Yamauchi en Ato San Nen

Kenji Yamauchi en Ato San Nen

 

El corto, una comedia dramática con toques de Lost in Translation y la temática de las diferentes costumbres entre españoles y japoneses de fondo, es una auténtica maravilla. Collantes escribe y dirige una pieza triste y a la vez divertida que se merece aún más reconocimiento del que ya ha obtenido y que retrata a la perfección lo mejor de dos culturas tan lejanas en el espacio y tan cercanas en otros muchos sentidos como sin la nipona y la de nuestro país.

 

Inmediatamente después dio comienzo la proyección de A Silent Voice (Una Voz Silenciosa: La Película), adaptación del manga de Yoshitoki Oima. La cinta sorprende casi desde el primer momento al espectador. Acostumbrado a otras cintas de animación japonesa (volvemos a irnos a Your Name y a los temazos de RADWIMPS), nos esperábamos un tema de entrada de algún conocido grupo de pop o rock japonés y, sin embargo, la cinta nos sorprendió con unos acordes tan universales como los de My Generation, de The Who. Queremos creer que el cine y los cómics japoneses miran cada vez más hacia el exterior y que esta es una prueba de ello, aunque lo cierto es que ningún tema pegaba mejor con el primer tercio del filme que este clásico.

 

A Silent Voice

A Silent Voice

 

La cinta, dirigida por una desconocida en nuestro país como puede ser Naoko Yamada (viene de estar al frente de la serie K-On! a lo largo de sus dos temporadas en antena), trata un tema tan peliagudo como el acoso escolar con una dureza y un realismo que terminaron por sacarnos a bofetadas del cuerpo nuestra esperanza de volver cine romántico como el que nos trajera el año pasado Makoto Shinkai. Su protagonista, Shôya Ishida, acosa en su infancia a una compañera de clase que es sorda. Años después, en secundaria, nos lo encontramos convertido en un chico solitario y deprimido que sigue atormentado por las consecuencias de su pasado y que ha perdido la voluntad de vivir. Sin embargo, encontrarse de nuevo con Shoko Nisimiya (la compañera a la que atormentó en primaria), le abrirá un nuevo camino hacia la reconciliación con el mundo y, sobre todo, consigo mismo.

 

A Silent Voice es una cinta que va a entender muy bien el público que se haya visto en las mismas que alguno de sus múltiples protagonistas (a Shoko y Shôya pronto les salen secundarios con historias de lo más jugoso). Habla largo y tendido sobre el perdón pero por encima de eso habla de quererse a uno mismo, de dejar de aislarse, de aprender a convivir y del apoyo que nos prestan los que nos quieren aunque a veces no sepan bien cómo actuar. Quizás a nivel estético la obra no llegue a extremos tan bestiales como las del estudio Ghibli o las del antes mencionado Shinkai, pero la verdadera belleza de esta obra reside en el mensaje que transmite. Uno que bien le habría valido un mayor reconocimiento en los circuitos europeos y norteamericanos si el mundo fuera un poco más justo y las mentes de los jurados estuvieran algo más abiertas a las maravillas que nos llegan de oriente.

 

A Silent Voice

El filme está plagado de momentos duros, así que ojo.

 

Comienza el II Ciclo de Cine Japonés con una fuerza arrolladora y esto nos hace sentirnos de lo más optimistas de cara a su futuro y su supervivencia dentro del panorama cinematográfico madrileño. En los próximos días, quienes queráis seguir disfrutando de buen cine nipón  podéis acercaros a los Cines Paz para ver Verano de una Familia de Tokio (lunes 19), Lu Over the Wall y Jojo’s Bizarre Adventure (martes 20), Isla de Perros (miércoles 21) y la cinta que clausurará el evento, Fireworks, a la que también asistirá La Noche Americana y que se proyectará el jueves 22 de nuevo en el Kinépolis.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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